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ISABEL DOMINGO
Lunes, 11 de noviembre 2013, 02:37
Hoy es Vossloh España, pero la memoria colectiva de los valencianos liga la actual planta de construcción de ferrocarriles de Albuixech al nombre de la vieja Macosa, aquellas naves que se alzaron en los años 30 en la calle San Vicente Mártir y que aún hoy pueden contemplarse. Antes, allá por el año 1897, fueron los talleres Devís en Marxalenes, donde luego el ayuntamiento ubicó el depósito municipal de los servicios de limpieza.
Todo ese devenir histórico es el que han recopilado dos antiguos trabajadores de la empresa, Francisco Signes y Joaquín Capilla, en un libro impulsado por el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana y que se enmarca dentro una colección dedicada al patrimonio industrial valenciano. Arranca con la «empresa decana de la metalurgia valenciana», como puntualizó Signes, mientras Capilla matizó que la factoría es, quizás, un buen ejemplo de lo que los valencianos necesitan en el actual contexto económico: conocimiento, espíritu de superación y formación.
Porque esas fueron las constantes en toda la trayectoria de una compañía que nació con un capital de 2.500 pesetas aportado por dos mecánicos de profesión que tenían 30 años, Miguel Devís y José Noguera. Empezaron a trabajar en calderas de vapor para la incipiente industria valenciana y, poco a poco, la factoría se desarrolló rápidamente.
Incluso participó en la Exposición Regional Valenciana, cuyo catálogo recoge en sus páginas centrales publicidad sobre Devís, que participó como expositor presentando dos calderas. En 1921 el patriarca o el abuelo Devís (como se le conocía, según Signes) cede el timón de mando y llega un nuevo cambio, pues se prepara el salto a otros talleres.
Estrategia empresarial
Tanto Signes, que fue oficial y portavoz sindical, como Capilla, ingeniero industrial y director de la factoría durante una década, coincidieron en destacar que el libro, además de la historia como tal, se centra también en la parte de la ingeniería y de la tecnología.
Aspectos que siempre cuidaron los Devís porque «pensaban en un futuro». Que pasaran de construir la caldera de vapor a construir la locomotora era cuestión de tiempo. Y así lo hicieron. Dieron el salto al Traste 3 de la carretera de Casas del Campillo (hoy San Vicente). Aquí tenían acceso a la red ferroviaria, «pues coincidían tres vías: la estación del Norte, la compañía de tranvías y el ferrocarril a Villanueva de Castellón», detalló Signes. Como curiosidad, esta fábrica de ubicación estratégica fue diseñada por Javier Goerlich.
Llegan los primeros contratos de locomotoras de vapor y también eléctricas. Y surgen las primeras transferencias tecnológicas entre España y Suiza, a donde viajaron técnicos, aprendices y directivos. Pasan también por la colectivización de la Guerra Civil, momento en que el colectivo obrero se hizo cargo de la factoría y mantuvo la producción.
Será en 1947 cuando se crea la gran firma siderometalúrgica Material y Construcciones S.A. (Macosa), fruto de la fusión de otras dos empresas. Entran en escena «los prohombres de la sociedad industrial y burguesa de la época»: Joaquín Reig, Juan e Ignacio Villalonga, Antonio Noguera o los propios Devís.
Apostaron por la diversificación en componentes metálicos para obras hidráulicas, por ejemplo. Entran también en escena las grandes locomotoras para Renfe o la exportación de material ferroviario a países como Brasil, Yugoslavia o Irak, un área en la que la empresa llegó a obtener una certificación del Gobierno al ser considerada como la compañía que más exportaba en la Comunitat.
Las multinacionales
Del ciclo expansivo (periodo del traslado a Albuixech) se pasaría al 'annus horribilis' de Macosa. Era 1979. Tras un breve renacer en los 80, la empresa valenciana se encontró inmersa en la reestructuración del sector y, ya en los 90, llegaría la integración en las grandes multinacionales europeas de construcción ferroviaria, primero Alsthom y luego la alemana Vossloh (año 2005). Aquí, los trabajadores de la antigua Macosa han sabido ser fieles al espíritu de los Devís, apostando por el conocimiento con la creación de un departamento de I+D+i.
Para elaborar este documento histórico para la ingeniería se han recogido los testimonios vivos de antiguos trabajadores, se ha buceado en archivos como el de Valencia, el Ateneo o el de Ferrocarrils de la Generalitat y se han rastreado colecciones de revistas dedicadas al ferrocarril. La presentación del libro 'El legado de la ingeniería valenciana. 115 años de los Devís a Vossloh 1897-2013' tendrá lugar mañana, a las 19 horas, en el Centro Cultural Bancaja.
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