Buscan a una mujer que se llevó a su hijo tras una denuncia falsa por malos tratos

En diciembre hará un año que no ve a su hijo. Por eso mismo, Miguel Ángel Fernández, natural de Torrevieja, no puede evitar hablar desde la indignación para referirse a su caso. Hace once meses se lo llevaron preso acusado de maltratar a su compañera, una mujer cubana con la que tuvo un hijo hace siete años, aunque ella no veía al pequeño desde que era un bebé de tres meses. Como consecuencia de las acusaciones, le fue arrebatada la custodia de Cristian, el pequeño al que había criado hasta entonces solo.

Ahora, y tras varios requerimientos de este hombre ante la Justicia, un juzgado de Torrevieja se ha decidido a citarla para dar con su paradero. Sin embargo, la mujer debía comparecer el pasado 22 de octubre y no se presentó.

Los fallos judiciales le han ido dando la razón a Miguel Ángel, quien interpuso demanda por denuncias falsas contra su expareja. La Audiencia Provincial de Alicante ratificó el pasado verano su inocencia. Ya era demasiado tarde. Lissete, la madre, había desaparecido sin dejar rastro, seguramente fuera de España, con su hijo Cristian. Desde entonces, el padre ha iniciado una cruzada para recuperar la custodia del pequeño, al que había estado cuidando junto con los abuelos paternos hasta el día de su detención.

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Torrevieja requirió a la madre para que se personase el 22 de octubre en la sede judicial, pero no dio señales de vida. En el oficio de citación urgente remitido a la Guardia Civil, el magistrado advierte de que en caso de incomparecencia se podrá practicar «apercibimiento».

La historia se remonta al 18 de diciembre de 2012, la noche que agentes del instituto armado arrestaron a este empresario torrevejense de 34 años. Mientras, a ella se le asignó una casa de acogida a la que se marchó con el niño. Tras la celebración de la vista, el juzgado falló a favor de Miguel Ángel ante las distintas versiones facilitadas por la mujer y las contradicciones que presentaba tanto en su testimonio como en los partes de lesiones.

El juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Torrevieja ha ordenado a la Guardia Civil que investigue para dar con el paradero de la madre. No obstante, los emplazamientos en los que debe indagar son el domicilio de su expareja, quien tiene conocimiento de que se encuentra en el extranjero, y en la casa de acogida asignada tras la denuncia de maltrato.

La fundación responsable del centro remite una escueta pero clara respuesta. «No ha estado alojada ni ha hecho uso de las instalaciones de la casa de acogida», tal y como ha podido saber este diario. La Benemérita, por tanto, tampoco ha podido dar con el paradero de la mujer en dichas dependencias.

Tampoco hay noticias del pequeño. Hasta el momento, según el padre, nadie se había preocupado si en todos estos meses el pequeño ha acudido al colegio, cosa que no ha sucedido en todo este tiempo.

Mediante la publicación de un edicto, el juzgado notifica a Lissete que debe personarse, aunque el entorno de Miguel Ángel tiene dudas razonables de que la medida se efectiva. Sin embargo, ya se pidió que se diese orden europea para dar con la mujer.

Pero todo este suceso no ha afectado tan solo al padre de la criatura. La familia del hombre fue denunciada por maltratar al pequeño, aunque su recorrido fue muy corto. No prosperó porque el juez deja claro en el auto que, tras tomar declaración al menor, no hay indicio alguno de que el joven haya sido víctima de violencia por parte de los abuelos.

Con la Justicia en su contra, Lissete decidió que debía dejar el país o, al menos, desaparecer del mapa. Eso es al menos lo que cree Miguel Ángel, quien ha llegado a ofrecer a los juzgados testimonios de esta circunstancia, pero se ha hecho caso omiso. De hecho, existe el temor de que regrese a Cuba o viaje a Estados Unidos, donde tiene familia.

El juzgado ha citado a ambos cónyuges para el próximo mes de diciembre con el fin de revisar las medidas a adoptar para la custodia de Cristian. Advierte el magistrado en la diligencia que la falta de asistencia sin causa justificada de alguna de las partes «puede determinar que se considere admitido» lo que alegue el otro cónyuge. Habrá que esperar a la vista para saber si la mujer aparece con el pequeño.