

Secciones
Servicios
Destacamos
TEXTO: BORJA OLAIZOLA FOTOGRAFÍA: AHMAD MASOOD
Domingo, 24 de noviembre 2013, 02:18
No por repetida deja de impresionar la sangrienta escenografía que envuelve la festividad islámica de la Ashura. Los chiíes conmemoran golpeándose con cadenas, espadas y otros objetos punzantes el aniversario del martirio del imán Husein, nieto de Mahoma, a manos de las tropas del califa Yazid, líder de la rama suní. El crimen, que ocurrió en la localidad iraquí de Karbala en el año 680, avivó el enfrentamiento entre chiíes y suníes, que comenzó por los derechos sucesorios del profeta y que se prolonga hasta nuestros días. Los ocasionales vetos a la Ashura, prohibida por el sha Reza Pahlevi en Irán y por Sadam Husein en Irak, no hicieron otra cosa que redoblar el fervor de los creyentes por la ceremonia.
La celebración suele coincidir con nuestro mes de noviembre y tiene hoy más aceptación que nunca en la comunidad chií, que agrupa al 15% de los musulmanes. La flagelación colectiva provoca un cierto escalofrío en nuestras descreídas mentes occidentales, aunque no está de más recordar que la sangre ha sido parte sustancial de infinidad de rituales religiosos desde la noche de los tiempos. Habrá que ver si los descendientes de los que aparecen en la fotografía siguen martirizándose.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los libros vuelven a la Biblioteca Municipal de Santander
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.