El PP tumba la propuesta de ZAS del Centro porque «no es la solución»

El equipo de gobierno del PP dio ayer por finiquitadas las pretensiones de los vecinos del Centro Tradicional y el Ensanche-Mercado de la declaración de sus barrios como zonas acústicamente saturadas (ZAS), por considerar que «no es ésta la solución para acabar con los problemas de ruido» de los que se quejan los vecinos. La propuesta se presentó ayer en Pleno por parte del grupo municipal de EU y generó un intenso debate, reflejo del que se vive en estos momentos en las calles de la ciudad. Intervinieron también la Asociación de Vecinos del Centro Tradicional y la Asociación de Locales de Ocio. Estos últimos, además, aprovecharon para registrar en el Ayuntamiento cerca de 8.600 firmas de rechazo a esta iniciativa.

La moción instaba, por un lado, a la rectificación de la ordenanza sobre protección contra ruidos y vibraciones, para adaptarla a la legislación nacional, más restrictiva. Por otro, reclamaba iniciar el procedimiento para declarar zonas acústicamente saturadas el Centro Tradicional y el Ensanche-Mercado.

Los primeros en intervenir, tras solicitarlo formalmente en la Secretaría del Pleno, fueron los vecinos. La presidenta de la Asociación de Vecinos del Centro Tradicional, Alcázar Moreno, leyó un comunicado en el que denunciaba «el deterioro de las calles», el «cierre de comercios» y la «pérdida de valor de las viviendas» a los que está conduciendo, a su juicio, la «masificación de actividades ruidosas» en el barrio, que lo están convirtiendo en una «macrofiesta». Además, recordó a la alcaldesa, Sonia Castedo, que en octubre de 2012 se comprometió públicamente en otro Pleno a realizar un estudio acústico calle a calle y declarar la ZAS en las más saturadas.

Por su parte, los locales de ocio resaltaron su «preocupación» por la propuesta porque, a su juicio, acabaría con «negocios que generan un 17% del PIB de la ciudad y 1.200 empleos directos». Resaltaron que el 'tardeo' ha supuesto «una reactivación económica sin precedentes», con un impacto de «ocho millones de euros al año, solo en la zona Centro, ya que atrae a entre 3.000 y 4.000 personas cada semana a la ciudad».

La Asociación de Locales de Ocio, en colaboración con la Asociación Provincial de Hostelería de Alicante, presentaron también por Registro General del Ayuntamiento 8.600 firmas recogidas en solo dos semanas en defensa del 'tardeo' y en contra de la ZAS en el Centro. En un escrito de apoyo a los locales, Apeha define la actitud de los vecinos como «acoso» y advierte de que la ZAS convertiría Alicante en una «bonita ciudad dormitorio», lo que «no sería bueno para nadie.

Castedo no se pronuncia

La alcaldesa no quiso ayer pronunciarse sobre esta polémica, y dejó que fuese la portavoz del PP, Marta García-Romeu, la que lo hiciese. Ésta acusó a EU de propiciar el enfrentamiento entre vecinos y hosteleros y de «desconocer la normativa municipal y lo que la ciudad necesita». Para la portavoz, la ZAS «no es la solución» porque «ya hay limitaciones», como la distancia mínima de 50 metros entre locales de ocio en el Centro, «lo que hace imposible abrir ninguno más», o la prohibición de instalar locales con música en el Ensanche-Mercado.

Por contra, defendió las medidas correctoras aprobadas en la Mesa del Ruido y las actuaciones municipales para hacer cumplir las ordenanzas, como los «cientos de inspecciones, mediciones y cierre de locales».

Señaló que el Ayuntamiento ya está analizando la incidencia del ruido calle por calle y que, si hay que tomar más medidas, se tomarán.

UPyD también votó en contra de la propuesta. El portavoz, Fernando Llopis, señaló que «vivir en el centro de una ciudad tiene sus desventajas» y, aunque consideró que el equilibrio es complicado, en su opinión, lo que hay que hacer es exigir que se cumplan a rajatabla las ordenanzas y mantener el orden público, con más presencia policial.

Sí encontró EU el apoyo del grupo socialista, pese a las reticencias iniciales de parte del mismo. Para el edil Gabriel Moreno, no hay que temer los estudios acústicos si se está cumpliendo con la legislación, porque «la ZAS solo se puede decretar si se dan determinados parámetros y, si se dan, es que estamos incumpliendo la legislación».

Además de generar debate, la propuesta llenó de público la antesala del Pleno, dado que numerosos propietarios de locales de ocio y trabajadores, así como vecinos, no quisieron perdérselo. Tampoco los auxiliares administrativos, que volvieron a protestar para reclamar la reclasificación laboral para todo el colectivo (no solo para 59 de ellos, como propone el Ayuntamiento). Ni la Plataforma Feminista, que intervino en defensa de otra propuesta de EU, en este caso para pedir una Concejalía de Igualdad, que también fue rechazada por PP y UPyD.

A vueltas con la memoria

Por otro lado, el grupo municipal socialista y el de EU acabaron retirando la moción conjunta que habían presentado en la que reclamaban la declaración de 2014 como año de la Memoria Histórica y la celebración de actos en conmemoración de los 75 años desde que acabó la Guerra Civil.

La polémica surgió por la enmienda presentada por UPyD, en la que pedía que se sumase a la moción la repulsa a los homenajes a etarras y la retirada del subsidio a los que han salido de la cárcel tras derogarse la doctrina Parot.

EU pidió que los representantes de la Comisión de la Memoria Histórica, que habían pedido intervenir, lo hiciesen antes de presentar las enmiendas y el PP se negó. Finalmente, por este motivo y por entender que dichas enmiendas nada tenían que ver con el fondo de la moción, la retiraron.

No más informes

Además, el PP rechazó una propuesta del grupo socialista, que reclamaba al equipo de gobierno que estableciese una periodicidad bimensual para la presentación de la información de la ejecución presupuestaria ante el Pleno, a partir del año que viene.

La moción contó con el apoyo del resto de grupos de la oposición, pero no así del equipo de gobierno. El concejal de Hacienda, Juan Seva, explicó que se tomará esta medida cuando sea exigible por ley, algo que ocurrirá a partir de enero de 2015.