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Bailarines sobre el escenario del Palau de les Arts. / Txema Rodríguez
Culturas

El negocio cultural, bajo mínimos

El consumo de los hogares valencianos en espectáculos, cine y literatura vuelve a caer hasta los 713 euros al año

CARMEN VELASCO

Domingo, 1 de diciembre 2013, 03:01

¿Hace frío fuera? Dentro del sector cultural de la Comunitat también. Está congelado. Las empresas dedicadas al espectáculo, a las artes y a la literatura sobreviven en una edad de hielo que se enfría a cada golpe de informe, balance o estudio. El 'Anuario de Estadísticas Culturales 2013' del Instituto Nacional de Estadística no es una excepción y arroja otro jarro de agua fría sobre el negocio cultural valenciano.

De él se desprende que en tan sólo un año se han cerrado 270 empresas culturales, se ha pasado de las 9.802 del año 2011 a las 9.532 de 2012. Detrás de los cierres figuran el contexto económico adverso, la subida del IVA, la caída del consumo, el descenso de inversión pública, etcétera. Nada nuevo, pero no por esperado es menos doloroso. Más de 500 personas han perdido su empleo, es decir, han dejado de trabajar en bibliotecas, teatros y productoras audiovisuales en la Comunitat.

Con estas cifras se evidencia que la industria cultural valenciana cada vez es más pequeña. Tiene menos músculo y pierde fuerza, pero no está muerta. La mayoría de las empresas del sector tienen como actividad económica las artes escénicas, el diseño o la música. El cine y el libro quedan relegados a un segundo plano. Así no extraña que el porcentaje del PIB que corresponde al sector cultural quede reducido al 0,16% frente al 0,20% de 2009. En tres años se pierden 10 décimas, parece una menudencia pero representa millones.

La aportación de la administración autonómica a la cultura continúa en descenso. Por cada habitante, la Generalitat invierte 31,8 euros, según datos del 2011 que facilita el INE. La cifra es la más baja de los últimos años: 37, 4 euros (2007); 37,1 (2008); 39,9 (2009) y 34, 7 (2010).

Esa pérdida de inversión se aprecia, por ejemplo, en que la Comunitat contaba en 2008 con 624 bibliotecas y en 2010 esta cifra caía a las 610 (de las que 419 son públicas), que representan a 6.434.194 usuarios. Pero el informe no pretende sacar los colores al Consell. Así, la Comunitat se mantiene como la autonomía con más museos, exactamente, 205 frente a los 169 de hace cinco años.

Los hogares valencianos también reducen el gasto en consumo cultural hasta los 713 euros frente a los 743 de 2011. De dicha cantidad, sólo 41,3 euros se destina a libros no de texto y otros 72,3 euros a espectáculos. El grueso de la inversión de las familias valencianas se destina, según los datos oficiales, a equipos y accesorios audiovisuales de tratamiento de la información e internet. A tal fin se destina más de 300 euros.

El gasto medio en España se sitúa en los 738,9 euros, siendo los más 'culturetas' los madrileños con 966,7 euros, seguidos de los vascos (857) y los navarros (836). Los ciudadanos que menos invierten son los murcianos (447 euros) y los extremeños (519 euros).

Sólo los turistas extranjeros logran alegrar los datos. El anuario estadístico recoge que el gasto medio por visitante internacional que realiza actividades culturales asciende a 1.010 euros en 2012, una cifra que ha ido en los últimos cinco años. Todo lo contrario se puede decir del turista nacional, que apenas se gasta 239 euros en sus estancia en la Comunitat.

En el Anuario de Estadísticas Culturales recoge que el 29,5% de los habitantes de la Comunitat visitan museos, aunque las galerías de arte aún se les resisten (apenas acude un 14,7%). Los monumentos siguen teniendo tirón entre los ciudadanos: más del 38% los frecuentan.

La mitad de la población (53,8%) se considera lectora o que ha leído un libro en el último año, es un porcentaje más elevado de la ciudadanía que compra una entrada para el cine (50). Otro 17,3% dice acudir a espectáculos de teatro y tan sólo un 3,5% frecuenta la ópera.

Los datos son fríos, pero detrás de cada uno se esconden trabajadores o empresarios. Ellos sufren la edad de hielo de la cultura en la Comunitat.

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