

Secciones
Servicios
Destacamos
BURGUERA
Viernes, 10 de enero 2014, 15:20
La cubierta del Palau de les Arts presenta daños generalizados, graves y sin solución. Se ha despegado el trencadís de la chapa metálica que corona el coliseo en el 60% del recubrimiento, según explicó ayer el conseller de Economía, Máximo Buch, quien señaló que la Generalitat ha decidido iniciar ya la retirada de todo revestimiento cerámico situado en las zonas de paso de público. La obra durará hasta mediados de febrero, cuesta 1,1 millones de euros y permitirá reanudar la programación el 23 de febrero con las funciones de 'L'italiana in Algeri'.
«Como se dice vulgarmente en valenciano, se ha bufado, está suelto», señaló Buch en referencia al casco blanco diseñado por Santiago Calatrava. Hay zonas donde la separación entre el trencadís y la chapa metálica que debería cubrir da para meter la mano, según el informe elaborado por el Instituto Tecnológico de la Construcción (Aidico), que Buch presentó ayer en el Museo Príncipe Felipe tras la celebración del Consejo de Administración de la Ciudad de las Artes y las Ciencias SA (CACSA).
Radiales, picos y andamios operarán a toda velocidad para arrancar el trencadís. Aidico inspeccionó el edificio el 26, 27 y 28. El 3 de enero se realizó una termografía sobre la superficie del edificio.
Se han producido filtraciones de agua que han provocado oxidaciones y picaduras en la cubierta metálica. Afecta más a la cara sur del edificio por ser donde se producen mayores diferencias de temperatura, pues es donde más da el sol, lo que provoca una reacción distinta por parte del trencadís y del metal, lo que genera una tensión entre los distintos materiales.
«Los daños se deben a un claro fallo de la adherencia», señala el informe, que indica que el trencadís se despega y se separa por dos causas: no poder resistir el peso del revestimiento y por el «diferente comportamiento térmico y de dilatación entre el acero y el revestimiento cerámico»
«Un dato a tener en cuenta muy importante es que en el mismo edificio hay zonas de trencadís situado sobre el hormigón que no presenta problemas. El resto de edificios del complejo, que son de hormigón, no presentan problemas. Un arquitecto amigo mío me explicaba esta mañana que lo que se había hecho en el Palau de les Arts era como intentar alicatar un barco. Al final ponemos cerámica sobre superficie metálica y eso es muy complicado», indicó el conseller Buch. A su juicio, «el riesgo de desprendimientos y de daños a terceros por la posible caída del revestimiento imposibilitaba el uso normal del edificio. Las condiciones actuales hacen inviable la circulación y tránsito de personas. Es imposible asegurar que los desprendimientos van a ser pequeños y localizados. Existe un riesgo de desprendimiento de superficies considerables», según el informe. «El problema es que pueden caer no sólo trocitos, sino grandes planchas de trencadís de golpe», advirtió Buch.
El daño es generalizado «abarcando la totalidad de la superficie de la cubierta». Las lesiones son «irreversibles y prácticamente no permiten reparaciones parciales más o menos extensas, siendo necesario el desmontaje total del revestimiento», concluyen los técnicos.
Aidico establece la necesidad de recurrir a «intervenciones inmediatas de emergencia para compatibilizar el uso del edificio con la protección, que garanticen los accesos al público en condiciones de seguridad y normalidad, sin incertidumbre o que puedan causar riesgo».
«No nos podemos arriesgar», indicó Buch, por lo que se van a acometer dos actuaciones. La primera de emergencia (que cuesta 1,1 millones de euros) ante el riesgo «de colapso del edificio por la caída de grandes estructuras que pudiesen dañar la construcción y porque tenemos comprometido un rodaje con Disney, algo que es tangencial pero que generaría un problema económico por los perjuicios a la película. Además, la cancelación de las óperas supondría un enorme coste».
Suspender 'Manon Lescaut' genera una pérdida que se eleva a 623.000 euros, además se debería abonar medio millón más por cancelar los contratos con los artistas, pero no se va a tener que pagar debido a que en las cláusulas contractuales se establece que la suspensión por causas de fuerza mayor (y este es el caso) no implica la obligación de abonar los servicios.
La Generalitat quiere terminar cuanto antes con la primera parte del operativo sobre la cubierta del Palau porque mantener el coliseo cerrado más tiempo obligaría a devolver el dinero de los abonos y de contrataciones de otras óperas. Durante el mes de febrero, además, se pretende adjudicar una actuación de retirada de todo el material cerámico sobre la cubierta, lijar y pintar, si bien esa intervención (que costará 1,9 millones de euros) corre menos prisa por tratarse de una obra que no afecta a la seguridad del edificio ni a su actividad operística.
Según explicó ayer Buch, la actuación al completo, a partir de ahora, puede estar finalizada «en seis o siete meses», sin que, una vez se arranque el trencadís situado en zona de paso de público, afecte a la programación del Palau de les Arts.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Santander, capital de tejedoras
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.