La Audiencia reabre el caso del metro y ordena practicar once nuevas diligencias
Exige una exhaustiva investigación de averías en los frenos y descarrilamientos previos, las balizas de velocidad y realizar una nueva prueba pericial
ARTURO CHECA Y ALBERTO RALLO
Miércoles, 22 de enero 2014, 16:58
Nuevo horizonte judicial en la investigación del accidente del metro que costó la vida a 43 personas e hirió a otras 47 en Valencia. La Audiencia ha ordenado la reapertura inmediata del caso y la devolución de la causa a la juez Nieves Molina, la titular del juzgado de instrucción número 21 y que ya en dos ocasiones dictaminó el archivo.
El auto no es una resolución judicial al uso. Es decir, no dictamina simplemente la reapertura del caso de manera sucinta, sino que fija una 'hoja de ruta' para la instructora para llevar a cabo una investigación exhaustiva. Ese es el espíritu que guía la resolución unánime de los tres magistrados de la sección segunda tras los recursos de la Fiscalía y la Asociación de Víctimas del Metro del 3 de Julio de 2006 (AVM3J).
Sus razonamientos jurídicos son sólidos: «En el presente caso, las sospechas de veracidad de los hechos denunciados pudieran no ser contundentes, pero son suficientes para que debiera perseverarse en la indagación; puede resultar razonable que no se prosiga una investigación si se han agotado los medios razonables, pero entendemos que en el presente caso no se han agotado».
Oficio a FGV
Y la 'hoja de ruta' para la magistrada incluye la práctica de once nuevas diligencias de investigación. Una retahíla de pruebas centradas en tres extremos: aclarar los descarrilamientos previos de la UTA 3736 volcada en la estación de Jesús, la avería de frenos previa al accidente y el análisis del sistema de balizas de emergencia entre plaza España y Jesús.
El auto ordena en primer lugar a la juez que tome declaración como testigos «a los mecánicos y responsables de taller de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) que realizaron las revisiones de la unidad siniestrada en 2005 y 2006». Igualmente dictamina el tribunal que se interrogue a los maquinistas que conducían el metro «cuando tuvo los accidentes previos». La Audiencia se refiere así a tres descarrilamientos que tuvo la unidad antes del trágico vuelco en la curva de Jesús el 3 de julio de 2006.
En este extremo, el auto ordena al juzgado que «oficie a FGV» para que remita un listado completo de los maquinistas que condujeron el modelo accidentado en los días previos al accidente. Uno de los argumentos defendidos por la Fiscalía y las víctimas es la ocultación de información por parte de Ferrocarrills durante la instrucción judicial.
La avería del sistema de frenados subrayado por el fiscal en su recurso, y sucedido en la UTA el 20 de junio, 13 días antes del mortal descarrilamiento, es otro de los puntos en los que fija su foco la sección segunda. La resolución ordena que FGV y el Sindicato Independiente Ferroviario (SIF) «remitan copia del informe de la avería y la documentación de que dispongan».
La nueva indagación sobre los frenos alcanza incluso a Siemens, fabricante de la unidad siniestrada. El tribunal ordena que se solicite a la firma «un informe sobre las lecturas de datos del sistema de frenado». El objetivo, dilucidar uno de los extremos subrayados por la Fiscalía en su recurso: que la lectura de datos del sistema de frenado se reinicia ese mismo día. Según el ministerio público, «esto indica que se realizó alguna intervención sobre el ordenador que recogía esos datos».
La inexistencia de una baliza de limitación de velocidad en la curva de Jesús, para evitar la entrada en la misma de la UTA a más de 80 km/h -como sucedió en el accidente-, ha sido uno de los caballos de batalla de las víctimas. Y la Audiencia también respalda que se indague este extremo: «Oficiar a FGV para que informe sobre las personas que en la fecha del accidente eran responsables de revisar y decidir la ubicación y características técnicas y de funcionamiento de las balizas».
«Vacíos sin cubrir»
A la Audiencia tampoco se le olvida el candente asunto de las ventanas del metro volcado, cuyo desprendimiento causó varias de las 43 muertes. FGV tendrá que informar sobre «el sistema de fijación de las mismas». Junto a todo ello, el auto ordena una nueva pericial que aclare «si la unidad presentaba deficiencias, la incidencia de los frenos en el accidente y por qué se desprendieron las ventanas».
La Audiencia argumenta su posición con unos párrafos demoledores: «Ante la más mínima duda, hay que agotar la investigación; no puede dejarse indefensos a quienes en la legítima búsqueda de la verdad pretenden evitar vacíos sin cubrir en la investigación; practicar las diligencias que puedan esclarecer lo sucedido, de forma que las víctimas no puedan ni sospechar que no se hizo lo debido; no caben dudas ni titubeos, no hay que desfallecer en la búsqueda de la verdad para evitar una victimización secundaria de las víctimas del accidente».
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