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Obra 'Mi familia' de Sorolla, propiedad del ayuntamiento. / I. Marsilla
Culturas

Los obstáculos del Museo Sorolla

Cultura ha alcanzado acuerdos con coleccionistas y patrocinadores pero mantiene dudas sobre la sede definitiva Las reticencias de los herederos y las exigencias de Bancaja lastran el proyecto

M. LABASTIDA

Miércoles, 12 de febrero 2014, 10:36

Las palabras hace unos días del presidente de la Fundación Bancaja, Rafael Alcón, asegurando que hoy por hoy «no existe nada sobre el proyecto de abrir en Valencia un Museo Sorolla» no sentaron bien en la Conselleria de Cultura que sólo ha encontrado obstáculos desde que decidieron poner en marcha la idea de crear un centro dedicado al pintor valenciano. Nada nuevo, por otra parte. Todos los intentos anteriores de levantar un espacio de estas características han fracasado. Pero el equipo actual confiaba en que en esta ocasión iba a ser diferente.

Las diferencias con Bancaja son el último episodio de unas negociaciones complejas que se han encontrado con más escollos que adhesiones. Rafael Alcón se desvinculaba del proyecto, alegando que se gestó cuando él aún no presidía la Fundación. La distancia entre ambas instituciones se produjo cuando desde la conselleria de Cultura comenzaron a barajarse otras sedes como alternativa al edificio de la plaza Tetuán. Según ha podido conocer LAS PROVINCIAS las exigencias para poder disponer del centro cultural Bancaja no cuadran con la austeridad que impera en la Conselleria de Campanar. Al parecer la intención de la Fundación era que Cultura asumiese la plantilla actual de la entidad, algo que haría inviable el Museo para sus promotores. Por ello pusieron sobre la mesa otras sedes, algo que desde Bancaja se interpretó como una ruptura de relaciones y «paralización del proyecto».

Idoneidad discutida

Pero la idoneidad de instalar el Museo Sorolla en el inmueble de la plaza Tetuán comenzó a discutirse antes, cuando la bisnieta de Sorolla, Blanca Pons, mostró sus reticencias. La heredera del artista no ve con buenos ojos que el nombre de Sorolla se asocie con ninguna institución y, más que iniciar proyectos nuevos, ella apuesta por consolidar los que existen. «Sería un acierto que desde la Generalitat se favoreciese un aumento de obras de Sorolla en las salas del Museo de Bellas Artes de Valencia, bien por préstamos de otras instituciones o de particulares. Por otro lado ya existe una Institución Joaquín Sorolla de Investigación y Estudios, asentada en el Centre del Carme. Me parecería mas lógico reconducirla y potenciarla», indicó Pons-Sorolla en una entrevista con este diario.

Es por todo ello que, buscando la viabilidad y la implicación del mayor número de agentes, en Cultura se plantean volver a una idea anterior, instalar el Museo en el Centro del Carmen, un espacio asociado a la figura del pintor desde que se planteó acondicionar allí un Museo del Siglo XIX. Otra opción es no salir del propio San Pío V. Aprovechando la reforma en las instalaciones que se está acometiendo la idea sería hacer coincidir la reapertura de todas las estancias con una ampliación de los espacios dedicados a Sorolla.

Desde la Conselleria son conscientes de que esta decisión implicaría rebajar la ambición del proyecto, ya que no es lo mismo inaugurar un espacio específico sobre el autor, que sirviese como reclamo turístico, que ampliar las salas que ya existen en el museo de Bellas Artes dedicadas al artista. A nadie se le escapa que detrás de la gestación de este espacio se escondía la intención de ofrecer una buena noticia a una ciudadanía acostumbrada a las malas nuevas. No hay decisión firme ni se ha cerrado ninguna puerta. Todas las posibilidades están abiertas.

Tampoco el Ayuntamiento y la Diputación han estado todo lo receptivos que la Generalitat esperaba de ellos. En su defensa argumentan que les hubiese gustado que se les consultase en la concepción del proyecto y no enterarse de él a través de la prensa. Las reuniones no se han detenido, pero el Museo ahora está estancado.

Durante este tiempo se han abordado otras diligencias. Una de las principales batallas desde la Conselleria de Cultura ha sido buscar una serie de patrocinadores que sustenten la futura pinacoteca. Los trámites con algunas firmas están avanzados, aunque no se puede firmar nada hasta que no se conozca la sede definitiva y los fondos de los que se dispondrán.

Además de las piezas de las instituciones en Cultura se cuenta con que el museo podrá disponer de las obras de la familia Traver de Castellón que han estado rehabilitándose en el Instituto Valenciano de Restauración y para las que se ha firmado un comodato.

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