Bruscas oscilaciones disparan el termómetro por encima de los 26 grados en pleno invierno

El invierno de 2014 será recordado por las elevadas temperaturas que han marcado los termómetros desde principios de enero. Los expertos en climatología reconocen que es lógico que haya días cálidos debido al viento de poniente en un momento dado, pero no de un modo tan generalizado.

«En esta época, pasado ya el ecuador del invierno y acercándonos a la primavera, puede haber jornadas de calor, pero en lo que va de año llevamos ya hasta cuatro variaciones térmicas importantes en las que no se producen grandes heladas, pero sí temperaturas elevadas», aseguraban ayer desde la Agencia Estatal de Meteorología en Valencia. «El día 3 de enero ya hubo un pico de calor, sobre todo en las zonas del litoral, que se repitió el fin de semana del 25 y 26, los días 6 y 7 de febrero» y ayer, cuando se superaron en diversas zonas de la Comunitat los 26 grados.

«Nos parece realmente anómalo que se produzcan temperaturas tan altas como las de estos últimos días y sobre todo la cálida noche que se vivió entre el jueves y el viernes», ya que el termómetro no bajó de los 17 grados, algo que no ocurría en enero o febrero desde 1979.

La semana que mañana concluye es un claro ejemplo de lo que está sucediendo durante las primeras semanas del año. El lunes, la temperatura máxima fue de casi 15 grados en la ciudad de Valencia. El martes no superó los 11, mientras que ayer se alcanzaron los 26.

Descenso notable

De cara al final de semana la situación climatológica volverá a cambiar, con otro descenso de las temperaturas, puesto que los vientos dejarán de llegar desde el oeste peninsular. Hoy, el día amanecerá soleado y primaveral, aunque con los termómetros ligeramente por debajo de los de ayer. Con el paso de las horas los cielos se irán cubriendo, lo que provocará que sensación térmica sea más propia de mitad de febrero, cuando la máxima media habitual se sitúa en torno a los 17 grados, nueve por debajo de los registrados estos días previos.

Incluso, cabe la posibilidad de que las nubes dejen lluvias ligeras y dispersas por varios puntos de la Comunitat. Con el cielo cubierto, las mínimas de esta noche caerán hasta los nueve grados. «La tendencia es que los termómetros sigan descendiendo. El frente que no dejará mucha agua, aunque sí que dará lugar a temperaturas notablemente más bajas», explicaron en este sentido desde Aemet. Según la agencia de meteorología, la máxima de mañana «se situará entorno a los 15 grados», de modo que la situación «tampoco será como la vivida a principios de semana».

Las imágenes primaverales que se pudieron observar durante todo el día de ayer en la zona litoral de la Comunitat son «más propias de meses cercanos al verano». En unas horas todo cambiará de nuevo, aunque en ningún caso las temperaturas disminuirán hasta el punto «de provocar heladas».