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Vilafranca presentaba ayer esta estampa invernal tras la nevada que cubrió el pueblo por la mañana. :: LP
La sequía deja pozos bajo mínimos y once comarcas en alerta pese a las últimas lluvias
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La sequía deja pozos bajo mínimos y once comarcas en alerta pese a las últimas lluvias

Precipitaciones en la Comunitat un 85% más bajas de lo normal generan un polvorín en el monte y una campaña nefasta en el campo

DANIEL GUINDO dguindo@lasprovincias.es

Martes, 18 de febrero 2014, 01:10

Las escasas lluvias de ayer no han tranquilizado los ánimos de agricultores, ganaderos, agentes medioambientales y apicultores. La carencia de precipitaciones desde verano empieza a ser alarmante en once comarcas valencianas, donde el déficit hídrico alcanza el 85 por ciento y buena parte de sus pozos de riego se encuentran bajo mínimos. La sequedad de la tierra está originando graves daños en los cultivos y el monte sobrevive a duras penas convertido en un peligroso polvorín. La sequía está llamando con fuerza a las puertas de la Comunitat.

Las precipitaciones aparecieron ayer e incluso hubo nevadas en puntos como Vilafranca del Cid o Castellfort, pero esas lluvias fueron muy débiles y todo apunta a que hoy no persistirán. A lo largo del día, sólo el pluviómetro de Benafigos, en Castellón, recogió más de 15 litros por metro cuadrado. Valencia, por ejemplo, no llegó a sumar ni 5...

Desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) recordaron que, en el último año hidrológico, el promedio español de lluvias presenta un superávit del 5 por ciento. La vertiente mediterránea es la clara excepción, con un déficit medio del 70 por ciento, que castiga al norte de Valencia y al sur de Castellón. Sin embargo, las alarmas se han encendido en las comarcas de La Ribera (Alta y Baja), L'Horta, Canal de Navarrés, Hoya de Buñol, Camp de Turia, Camp de Morvedre, Alt Palancia, Plana Baixa, Alto Mijares y L'Alcalaten, donde la escasez supera el 85 por ciento. Los constantes y cálidos vientos de poniente y las elevadas temperaturas han contribuido al periodo más seco desde que existen registros, en 1863.

El catedrático de Geografía Física de la Universitat de València, Alejandro José Pérez, recordaba que desde principios de septiembre y hasta ahora, la Comunitat ha registrado menos precipitaciones que zonas tan secas como Lanzarote o Fuerteventura. «Tenemos que irnos al norte del desierto del Sáhara para encontrar valores inferiores», apuntaba. Este experto centró el foco de la preocupación en la proliferación de incendios forestales, ya que haría falta que se prolongue esta situación durante dos o tres años para que peligren las reservas hídricas.

En los montes valencianos hay preocupación tras los últimos incendios en la Sierra Calderona. El presidente de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de la Comunitat, Santano Álvarez, explicaba que los cálidos vientos de poniente y la carencia de lluvias han deshidratado la vegetación y resecado el monte. «De seguir así entraremos en una situación similar a la que se vivió a principios de los 90», auguraba. «Ahora no se oye una motosierra. El monte está abandonado, acumulando combustible», recordaba, mientras proponía como soluciones «incrementar la presencia de brigadas forestales que limpien los cortafuegos y apostar por la biomasa. Mientras no despegue todo esto, estamos perdidos», advertía. La falta de precipitaciones también está reduciendo el alimento de, por ejemplo, los jabalíes, que cada vez con más frecuencia se están acercando a zonas pobladas y de cultivo, apuntó Álvarez.

El campo, en jaque

Si preocupante es la situación del monte, el campo valenciano también está de uñas. Técnicos de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) explicaban que hasta para los cultivos de regadío «la situación es preocupante. Esta extrema sequedad ambiental es nefasta para las hortalizas; la producción de alcachofa, coliflor o brócoli se está viendo mermada», concretaron. Los cítricos también se han visto seriamente perjudicados. En esta línea, advirtieron que algunos árboles frutales no han llegado a perder las hojas «porque no ha hecho frío y se han solapado con la floración». Cultivos de secano como olivos, almendros o viñas «necesitan acumular agua en el terreno para brotar bien», por lo que auguraban que, si no comienza a llover pronto, la producción se verá seriamente perjudicada. «La mayoría de los frutales está floreciendo ya. Ahora una helada puede llevarse por delante toda la producción», advirtieron.

En relación al riego, advirtieron que en comarcas interiores de Valencia, como la Hoya de Buñol, «ya se están sufriendo serios problemas para regar por los bajos niveles de los pozos». La falta de pastos para la ganadería y el creciente síndrome de despoblamiento de las colonias de abejas son otros de los problemas, añadieron. Pese a que las reservas de agua no corren peligro todavía, ya hay dos embalses que acumulan menos agua que el año pasado.

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