Un 25 aniversario al mínimo coste

El presupuesto no daba para grandes fastos. Ya advirtió la directora del IVAM, Consuelo Císcar, que la austeridad iba a presidir la programación especial del museo durante su 25 aniversario. En otros tiempos seguramente se hubiesen negociado muestras de una amplia nómina de artistas para una fecha tan significativa, pero la coyuntura económica no lo ha permitido y se ha apostado por poner en valor una colección sobre la que existen pocas dudas. Si hay algo en lo que coinciden críticos y no críticos con la pinacoteca es en señalar el valor excepcional de sus fondos.

En torno a esta colección se han presentado ya algunas exposiciones como la de dibujos inéditos, la de las joyas de los fondos o la de mujeres fotógrafas. En los próximos meses llegarán las dedicadas al arte iberoamericano, al paisaje urbano o a las donaciones, entre otras.

Al margen de estas citas la programación se nutrirá de otros contenidos para los que se ha tenido que buscar patrocinadores. Desde el centro se reconoce que el tirón del 25 aniversario ha favorecido la búsqueda de espónsores y que para prácticamente todas las muestras que no se desarrollen con fondos propios se contará con capital privado.

Los tiempos de las grandes firmas se acabaron. Ya hace años que el IVAM tienta incluso a pequeñas empresas para que les apoyen con su capital. La unión de varias de ellas pueden sustituir a una gran marca. Así sucederá, por ejemplo, con la organizada en torno al autor esloveno Cveto Marsic, que se exhibirá del 27 de marzo al 1 de junio. La unión hace la fuerza.

Heineken anunció ayer la firma de un convenio con el museo para contribuir a la financiación de dos propuestas expositivas, 'Arte y gastronomía' y 'Arqueologías comestibles'. La primera está prevista entre septiembre y noviembre de este año y pondrá de relieve la relación existente entre la gastronomía y las artes plásticas. La segunda, programada entre octubre de 2014 y enero de 2015, está protagonizada por Julio Quaresma y supone «un acercamiento a las infinitas posibilidades y razones que tiene la gastronomía o las naturalezas muertas para habitar un óleo o una escultura», según indica la página web.

Un centro como el IVAM vive ahora a expensas de inyecciones de capital privado. Las exiguas partidas destinadas desde la conselleria de Cultura y la falta de apoyo del Gobierno Central no dan opción a otros movimientos. Cualquier baja de patrocinadores puede dar al traste con la exposición programada. Ya ocurrió recientemente con las de Lucien Freud y Zaha Hadid, que tuvieron que cancelarse ante la ausencia de espónsores.