La exalcaldesa de Gata admite que ha tenido «muchas presiones» para que se fuera

Ana María Soler fue la gran protagonista en el pleno extraordinario y urgente celebrado ayer para dar cuenta de su renuncia como alcaldesa y edil de Gata. Y tras la sesión la exalcaldesa no quiso aclarar los motivos exactos por los que había presentado su dimisión pero que «a la larga se sabrán», aunque sí que admitió que «he tenido muchas presiones para que me fuera».

Con una cara sonriente en todo momento, que reflejaba la tranquilidad de alguien que se ha liberado de una gran responsabilidad, Soler atendió a las numerosas preguntas de las prensa. La exmunícipe de Gata admitió que no sabía si se habría ido si hubiera contado con el respaldo de su partido, el PP. «Eso es otro escenario», matizó, y rehusó pronunciarse sobre si había recibido presiones de su propio grupo.

Pese a no decir de forma clara que no se sintió respalda por los suyos, Ana María Soler les dio un suspenso. Según apuntó, si tuviera que valorar entre uno y diez el apoyo de su grupo municipal y del partido en estas actuaciones les calificaría con «un cuatro, no por nada, sino porque pienso que las cosas deben llevarse de otra manera». También comentó que «nosotros hemos tenido aquí situaciones complicadísimas, no a nivel local de concejalías, sino a nivel de partido».

Aunque algunas fuentes populares achacaron la pasada semana la marcha de la alcaldesa a discrepancias dentro del PP, ella se apresuró a decir que no tenía problemas con Antonio Pons como presidente del PP, de quien no sabe nada desde que presentó la dimisión. Y añadió que si el partido tenía algún problema a nivel interno es el propio Pons el que debe decir ya que «yo en esas cosas soy sumamente prudente y tengo una relación con ellos normal», apuntó la exalcaldesa de Gata.

Asimismo, Ana María Soler recalcó que no se ha dado de baja del PP. «Yo lo tengo claro, soy pepera», subrayó. Y es que cuenta con una larga trayectoria a sus espaldas, diez años como edil con diversas responsabilidades y desde 2007 al frente de la alcaldía. Según reconoció, a pesar del largo tiempo al frente del gobierno local, le había quedado «mucho» por hacer.

Respecto a la denuncia contra ella y algunos ediles populares presentada por un vecino por presunta prevaricación por no haber hecho nada tras las numerosas quejas por el ruido de un local, Soler comentó que el juez ha abierto diligencias previas, aunque insistió en que eso no implica que haya un delito.

En cuanto a dejar su cargo de forma tan repentina, la ya exalcaldesa pidió disculpas a los vecinos porque en 2011 entró con el compromiso de permanecer toda la legislatura. «Lamento haberles defraudado y no haber llegado a ese periodo de cuatro años», declaró.

Ahora, fuera del foco de la política, se plantea otros proyectos. Entre ellos destacó dedicarse a su familia, «intentar buscar faena» y sacar adelante los negocios que ha ido montando a nivel particular.

Durante el pleno extraordinario de ayer el portavoz del Bloc, Matías Monfort, le trasladó su reconocimiento «porque has tenido el valor de tomar una decisión que es costosa y que tú crees que es a favor del pueblo».

Desde las filas socialistas, su portavoz, Vicent Font, le dijo a Soler que «mi amistad y mi aprecio siempre lo has tenido y siempre lo tendrás» y le deseó mucha suerte. Respecto a la situación en la que queda el consistorio, Font dio por bueno de momento que el PP siga al frente gobernando en minoría, como hasta ahora. «Tenéis que continuar con la dirección y la alcaldía de Gata si lo tenéis tan claro», remarcó. De esta forma dejaba entrever que no habrá pacto entre el PSPV y el Bloc para tomar las riendas en el poco más de un año que restan para las elecciones municipales.

Por su parte, Maite Signes, alcaldesa en funciones y candidata del PP en el próximo pleno de investidura que puede tener lugar esta semana, agradeció a Soler su «entrega incondicional» al ayuntamiento y al pueblo. «Siempre ha dado el máximo con un estilo propio de hacer política y de hacer pueblo», añadió.

Además, hizo hincapié, tras citar a Winston Churchill, que «hoy no estamos dando un adiós a Ana María, sino que estamos viviendo un cambio de posición dentro de este mundo tan complejo que es la política, y hablo por todos mis compañeros».

Ante estas palabras, Soler dio las gracias a los ediles de los diferentes partidos y bromeó sobre las veces que Font y Monfort le habían pedido la dimisión.