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B. SIRVENT
Sábado, 5 de abril 2014, 03:00
Denaria, la cooperativa de crédito que impulsan desde la patronal de pymes de la provincia Cepyme y desde otros muchos estamentos, como la Cámara de Comercio, la Diputación o la UA, planta cara al ministro de Economía, Luis de Guindos. Desde el pasado fin de semana, también en este medio, el titular de la cartera ha deslizado cuál es el futuro de las cajas rurales y cooperativas de crédito: correrán la misma suerte que las cajas de ahorros, o sea, su transformación en bancos, lo que supone, a la larga, su desaparición como sector financiero apegado al territorio, a las pymes, los agricultores, las familias y los autónomos.
Denaria, cuyo consejo promotor aprobó a principios de marzo inyectar los primeros 60.000 euros para su relanzamiento, aportados precisamente por Cepyme, no se rinde, de momento, ante el claro cambio de paso que en el sector financiero cooperativo se está amasando.
Economía, de la mano del Banco de España, ya ha redactado un primer borrador para llevar a cabo la transformación del modelo de las 63 cooperativas de crédito, de las que 59 son cajas rurales. Y la conclusión de este documento, que debe aún negociarse con el sector para incluir alguna de sus reivindicaciones, es que estas entidades deben transformarse en bancos. La fusión de todo este sector daría lugar a una entidad de una dimensión similar a la de Banco Popular o Sabadell, sería uno de los seis primeros bancos españoles. En la actualidad, el sector cooperativo y rural de la banca apenas controla el 5% de los activos debido a su gran atomización.
El presidente de Cepyme y vicepresidente de Coepa, Cristóbal Navarro, lleva varias jornadas preocupado con el proyecto de bancarización del Gobierno. Ayer, en declaraciones desde Nueva York, donde se halla gestionando proyectos de sus empresas, entre ellas Urbana de Exteriores (módulos anticatástrofes presentados ante la ONU), Navarro hizo una «llamada al juicio y a la consciencia de no querer terminar de perjudicar aún más nuestro mundo empresarial». «Ahora con un nuevo cambio legislativo se pretende romper el blindaje del modelo de las Cooperativas de Crédito, para igualmente encaminarlas a una nefasta carrera por el tamaño y la perversión que ello implica», explica Navarro, quien ha logrado el apoyo inicial de 700 empresas y 5.000 profesionales de la Comunitat Valenciana. Añade que Es más que necesario que se reclame el derecho a mantener una organización bancaria como la europea, donde la atomización del sistema financiero no ha permitido la «creación del oligopolio bancario que padecemos».
«Si no reaccionamos pronto, tendremos el mismo resultado que con las cajas de ahorros y entonces será el peor favor que le podamos hacer a nuestras empresas, a nuestros empleos y en definitiva a nuestra economía», subraya Cristóbal Navarro. «¿Por qué queremos bancarizar el modelo salvo para rendirlo una vez más al formato sistémico y claramente pernicioso para las pymes?», se pregunta. La próxima junta directiva de Cepyme abordará, en breve, el proyecto de bancarización del Gobierno para las cooperativas.
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