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Mario Bou, preparado para un entrenamiento, sujeta a la pequeña Vega. :: LP
450 km con Vega como motor
DEPORTES

450 km con Vega como motor

Este profesor de música, que corre ultradistancia, se solidariza con una niña de Guadassuar que sufrió dos infartos cerebrales: «Me llena como persona» Mario Bou pedaleará por toda la Comunitat para ayudar a la pequeña

ALBERTO MARTÍNEZ

Domingo, 13 de abril 2014, 02:01

Vega, con sólo un año de vida, es la gasolina que mueve encomiables iniciativas. Y ahora se va a convertir en el motor para un viaje nunca visto. Esta pequeña de Guadassuar se presenta como la razón que llevará a Mario Bou a subirse a su bicicleta y recorrer ininterrumpidamente los 450 kilómetros que abarca de punta a punta la Comunitat. El valiente atleta popular emprende un desafío inédito en la región. La ocasión lo merece. La niña, cuyo prematuro nacimiento desembocó en dos infartos cerebrales, necesita serios y constantes cuidados. De ahí que su familia y sus vecinos se hayan volcado desde el principio en poner en marcha proyectos destinados a recaudar fondos. Pero el nuevo reto llega todavía más lejos.

Mario es un profesor de música que, fuera de las aulas, lleva su cuerpo al límite. Ya sea a pie, en bici o nadando. «Desde hace algunos años, estoy haciendo distancias largas, como Ironman, triatlón...», explica. Y esta vez ha querido entrelazar su pasión deportiva con la lucha que rodea a Vega, su pequeña vecina. Caviló y finalmente se propuso una misión ciclista, a la que ha bautizado como CV Extrem Non Stop.

«Lo hablé con los padres de Vega y les pareció una locura, pero les encantó. Buscamos repercusión. A los padres les hace falta dinero, pero, más que lo que podamos recoger ahora, se trata de concienciar a la gente de que nos tenemos que ayudar», comenta Mario.

Este docente espera que su afán de superación sobre la bici capte la atención de personas dispuestas a realizar donaciones: «Hemos puesto una cuenta solidaria, que es de Vega. Y en el pueblo hay establecimientos que también recaudan dinero. Las puertas institucionales ni las abren. Ni contestan a los correos».

Mario, de 35 años, lleva cuatro compitiendo en ultradistancia. El reto que ha creado lo afrontará en solitario. Será el día 26. «La idea era contribuir haciendo una cosa que sé, que es pedalear. Había que hacer algo llamativo, algo que no se hubiese visto aún». El itinerario impone: «Empezamos en Vinaròs, el límite con Cataluña, y terminamos en el término con Murcia en Pilar de la Horadada, siempre intentando coger carreteras no nacionales lo más cercanas a la costa».

Empezará a pedalear sobre las cuatro de la madrugada: «Tardaré entre 16 y 20 horas, según el viento». Y sin parar: «El cuerpo está más preparado que la mente para retos así. Siempre hay un momento en que tu mente te pide que te detengas».

Mario pertenece al club ciclista y al de triatlón de Guadassuar. Imparte clases de música en el IES Chabas de Dénia, hasta donde va en bicicleta en varias ocasiones. Una forma de entrenarse para las numerosas citas que hay en su agenda. «En bicicleta, la locura más grande que he hecho es la París-Brest-París, que son 1.230 kilómetros con un límite de 90 horas. Lo hice en 74 y dormí nueve». Además, ha terminado cuatro Ironman y algún Ultra Trail.

En su colegio le ven como un héroe: «Alucinan al ver que un profesor de música y padre de dos niños hace esto. Mis alumnos están aprendiendo muchísimos valores». Sus estudiantes también conocen el caso de Vega. «Así aprenden de solidaridad, esfuerzo. Muchas veces aprenden más de esto que de un año de clase, sobre todo como personas».

Vega nació el 26 de enero de 2013 junto a su hermano Leo. Los mellizos se adelantaron, ya que vieron la luz con sólo 36 semanas. Él no tuvo ningún problema de salud, pero ella pasó 21 días en la UCI.

Los dos infartos cerebrales han dejado secuelas en Vega: «Le hace falta ayuda todo el día. Hace falta adaptar la casa, el coche... Y la estimulación a estas edades es muy importante. Hay terapias en Boston que, a base de oxigenación del cerebro, estimulan mucho más rápido. Pero cada visita cuesta 18.000 euros y haría falta tres o cuatro. Es muy complicado. Siempre va a ser dependiente, pero queremos lograr un poco de calidad de vida para ella».

Los padres de Vega, Lázaro y Reme, protagonizan una ardua lucha diaria. «Si llegamos a 4.500 euros recaudados, me marcaré otro reto incluso más difícil que éste», avisa un Mario encantado: «Poder organizar algo como deportista y que sirve para ayudar a otra gente te llena como persona. Es lo más bonito».

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