El Círculo busca su cuadratura
El mayor reto de la institución centenaria, que posee obras de los principales artistas de la Comunitat, es vincularse de nuevo con la vida cultural valenciana El Bellas Artes lucha por sobrevivir tras un pasado glorioso y un presente decadente
CARMEN VELASCO
Miércoles, 30 de abril 2014, 12:41
El Círculo de Bellas Artes de Valencia no es ni sombra de lo que fue, tampoco la sociedad valenciana es como en 1893. La institución centenaria y la vida cultural de la ciudad han cambiado notablemente. Sin embargo, la primera no ha sabido adaptarse a la actividad cultural de Valencia. Ya no es el centro que agrupa a los artistas de la ciudad con mayor proyección, como antes sí lo fue. En sus más de 120 años de historia, el Círculo ha tenido socios ilustres, como Joaquín Sorolla, Antonio Muñoz Degraín, José Benlliure, Santiago Rusiñol, Ricardo Boix, José Esteve Edo y Nassio Bayarri, entre otros.
Pero no sólo el Bellas Artes ha perdido miembros que respalden su trayectoria, sino que lamentablemente se ha ido alejando de la vida cultural valenciana, es decir, ha mantenido su actividad de espaldas a la ciudad o, dicho de otro modo, la agenda de Valencia no orbita alrededor del Círculo.
En más de un siglo de vida, el Bellas Artes ha lidiado en escenarios hostiles y el actual es uno de ellos. No sólo por la cuestión económica, una deuda millonaria que estrangula las cuentas del Círculo, sino porque a pesar de que la institución posee un patrimonio artístico con los principales artistas valencianos (como Sorolla, Pinazo, Muñoz Degraín, Benlliure y Genaro Lahuerta, entre otros) su supervivencia no está garantizada ni tan siquiera si Bankia, con quien el Círculo tiene la hipoteca por la sede de la calle Cadirers, se queda con el palacete.
A pesar de los envites económicos, el Bellas Artes no está inmóvil. Los estudiantes de la Facultad de Bellas Artes han vuelto al centro, se organizan exposiciones, se alquilan los espacios del edificio, tiende lazos con el Consorcio de Museos y el IVAM, se mantienen las subastas ... pero no es suficiente.
El Círculo está fuera de juego, tanto económico como artístico. Sus actuales responsables, con José Antonio Sienra como presidente y Ricard Bellveser como vicepresidente, son conscientes. Han tomado nota del presente decadente de los últimos años y quieren dar un nuevo impulso a la institución. «Queremos construir un punto de encuentro cultural, de artistas y de ciudadanos, mirando al futuro pero sin olvidar el pasado para prestigiar el Círculo», sostiene Sienra. Dirigen su mirada al Círculo de Bellas Artes de Madrid. Todo un reto.
¿Dónde se mudará la institución cultural? La actual junta directiva ha llamado a las puertas del Ayuntamiento de Valencia con el fin de encontrar una nueva ubicación más céntrica. Cambiar de emplazamiento y renovar el espíritu del Bellas Artes son dos objetivos que figuran en la hoja de ruta del futuro del Círculo.
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