Aplazado el macrobotellón del Marítimo que iba a congregar a 18.000 universitarios

El distrito Marítimo tendrá que esperar para acoger el segundo macrobotellón en menos de quince días. El desconcierto que durante la tarde noche reinaba se cumplió a última hora cuando los organizadores, La Promotora CB, anunciaban que la fiesta, que iba a reunir a 18.000 universitarios, quedaba aplazada. Eso sí, recalcaron que no se había suspendido, sino que se posponía hasta nuevo aviso.

Según explicaban fuentes de la organización, durante el día de ayer un ingeniero técnico de la Conselleria de Gobernación se desplazó hasta el lugar de la fiesta, en la vecina pedanía de la Punta, en el terreno de una antigua fábrica, cerca de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, para comprobar el montaje de la instalación. Al parecer, y según las mismas fuentes, el experto dio un visto bueno verbal.

Pero alrededor de las 19 horas llegó el jarro de agua fría: un comunicado de la Conselleria de Gobernación confirmaba las sospechas y denegaba el permiso para el evento. Los motivos para tumbar la iniciativa, según los organizadores, se apoyaban en los reparos que la Policía Local había puesto al evento en lo referente a problemas de tráfico y los accesos, que precisaban un dispositivo policial.

La Promotora CB intentó a última hora reconducir la situación para que el macrobotellón pudiera celebrarse, pero todo resultó infructuoso. «Hemos intentado por todos los medios no aplazar el evento, pero nos hemos visto obligados a ello, ya que escapa de nuestra competencia», escribía la empresa organizadora en su cuenta oficial de Facebook.

Por el momento se desconoce la nueva fecha en la que se celebrará la macrofiesta, aunque por las redes sociales ya circulaba el 15 de mayo como día posible, algo que la organización no confirmó.

La empresa que lo impulsa se llama La promotora CB. El evento, que estaba previsto que comenzara a las 10 horas y se prolongara hasta las 20 horas, iba dirigido a alumnos de la Universitat de València, la Politècnica, la Católica y la Jaume I de Castellón y la entrada incluía concierto, con grupos y djs, ración de paella y una bebida energética o cervezas.

Además, se permitía la entrada al recinto de comida y bebida, siempre que fueran en envases de plástico y no de cristal. Ayer tenían ya vendidas 16.000 entradas, pero confiaban llegar hoy hasta las 18.000 personas.