El Valencia CF hará un muro de 80 metros para proteger la alquería de la Torre

Un perímetro de 80 metros lineales, con bloques de hormigón y una malla metálica, para formar un muro de 2,60 metros. Eso es lo que debe hacer el Valencia C.F. en la alquería de la Torre, en el barrio de Benicalap, para proteger esta alquería de los continuos saqueos que padece y que la conducen de manera casi irremediable a la ruina, pese a que hunde sus raíces en el siglo XIV y está declarada como Bien de Relevancia Local.

Como publicó ayer LAS PROVINCIAS, en los últimos días se ha producido un nuevo butrón en una de las fachadas de la alquería. Hace unos meses, el Valencia procedió a la limpieza y tapiado del recinto, para cumplir así con la exigencia del consistorio, aunque todavía tiene pendiente la construcción del muro.

El saqueo fue denunciado por la asociación Cercle Obert, cuyo portavoz, Antonio Marín, reiteró ayer la urgencia de estas obras para frenar la degradación de la alquería, que se incluirá en la ampliación del parque de Benicalap.

El caso ya ha llegado al Síndic de Greuges en otras ocasiones, aunque el presidente de la asociación Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio, César Guardeño, comentó que los últimos acontecimientos han obligado a dar de nuevo la voz de alarma.

Ambas entidades achacaron el retraso de las obras al silencio de la Conselleria de Cultura. «En esta ocasión, el ayuntamiento sí que está respondiendo», indicaron. La propiedad forma parte de la permuta que debe hacer el club con el consistorio, a cambio del solar de la avenida Cortes Valencianas donde se levanta el estadio inacabado.

El interior de la alquería de la Torre está prácticamente sin restos de la valiosa cerámica no de las pinturas murales que decoraban las estancias principales. El inmueble se encuentra junto a una zona residencial, el barrio de Ciudad Fallera, aunque la falta de alumbrado hace que sea víctima continua de los expolios, por no hablar de las ocupaciones ilegales.

Tanto esta propiedad como la cercana alquería formarán parte de la ampliación del parque fijada en el Plan General. Esta zona verde fue una de las primeras en construirse en Valencia en la etapa actual de ayuntamientos democráticos.

La alquería del Moro sí que es del consistorio, lo mismo que el Casino del Americano, una casa de indiano donde funcionaba un pub hasta hace unos años. La expropiación costó a las arcas públicas 3,5 millones de euros, aunque de momento no ha cuajado el proyecto de que se sea rehabilitada como sede de una Universidad Popular.

Además, está pendiente de expropiar la llamada Casa de Paco Lluna, junto a la alquería del Moro y utilizada en la actualidad como aparcamiento. El conjunto forma uno de los más singulares y valiosos en arquitectura rural por su diversidad de estilos y antigüedad.

El consistorio sí que tapió los accesos de la alquería del Moro, para evitar la acumulación de basuras, el expolio y los actos de vandalismo gratuito que ha padecido la de la Torre, enclavada apenas a unos metros de distancia.