Borrar
Dos acertantes se reparten 204.000 euros en la Primitiva de este sábado
Valencia volverá a quemar la paja del arroz catorce años después para eliminar una plaga

Valencia volverá a quemar la paja del arroz catorce años después para eliminar una plaga

El ayuntamiento asegura que los incendios en los campos de la Albufera serán selectivos y en campos alejados de las zonas residenciales

PACO MORENO

Jueves, 11 de septiembre 2014, 00:02

Después de catorce años de intentos para reciclar y aprovechar la paja cortada del arroz después de la cosecha, la aparición de una planta invasora llamada Leersia oryzoides (falso arroz) obligará este año a realizar varias quemas selectivas en campos del municipio de Valencia situados alrededor del lago de la Albufera.

El concejal de Devesa-Albufera, Vicent Aleixandre, indicó ayer que la medida se tomará de manera excepcional y siempre lejos de las zonas residenciales, para que el humo no cause un perjuicio a los vecinos, sobre todo a los que padecen enfermedades respiratorias.

La quema de la paja del arroz fue descartada en todo el municipio de Valencia tras la cosecha de 2000. Las nubes de humo blanco y denso llegaban hasta los barrios y pedanías del sur. Incluso el acceso de la pista de Silla se veía afectado por esta práctica, por otro lado la más indicada desde el punto de vista agrícola.

Pero la parte medioambiental pesó más y el consistorio se esforzó en encontrar un sistema que permitiera el aprovechamiento de paja y evitar su quema. Gracias a fondos europeos se desarrollaron el proyecto Biocompost, el Ecorice y otro que trataba de mantener en circulación el agua de los tancats con el empleo de bombas. Ninguno resultó viable por su elevado coste y escasa rentabilidad económica.

Además, las lluvias aceleran la pudrición de la paja cortada y estropean el agua, causando la pérdida de oxígeno (anoxia) y la mortandad periódica de peces. Aleixandre reconoció ayer este problema, para indicar que la quema es el único método para eliminar la planta extraña en los arrozales afectados.

De esta modo se eliminarán las semillas y los restos de tallos que queden después de la siega, con la esperanza de que en la próxima cosecha se encuentre sólo en zonas muy localizadas y puedan ser arrancadas a mano.

El concejal comentó que la autorización de las quemas deberán pasar por el Consell Agrari Municipal. «Hay cuatro o cinco zonas donde podrían darse, aunque todavía es pronto para decirlo». La previsión es que el proceso comience a finales de octubre, cuando haya acabado la cosecha en todos los arrozales.

Los pescadores de El Palmar han denunciado los últimos años el mal estado de las aguas debido a la falta de renovación del caudal, pero también por la pudrición de la paja. Los primeros ejemplares de la planta invasora fueron detectados en el parque natural en agosto de 2013, aunque el pasado mayo ya fue clasificada como la especie citada, distinta a las comunes que se encuentran en este tipo de cultivos.

La recomendación de la Conselleria de Agricultura es que, cuando se trate de cantidades pequeñas, sean arrancadas a mano sin más. Hasta la fecha se han encontrado en tres lugares del parque en grandes extensiones, por lo que las quemas se autorizarán por razones fitosanitarias.

Además, al estar fuera del periodo de las subvenciones europeas, ahora en pleno proceso de renovación, no se corre el riesgo de perder las ayudas. El próximo año, por ejemplo, este tipo de decisiones serán mucho más complicadas, aunque el concejal aseguró que son conscientes del problema causado por la pudrición del agua en el humedal.

En el municipio de Valencia hay poco menos de 1.750 hectáreas dedicadas al cultivo del arroz. El primer proyecto europeo aprobado para evitar su quema, el Biocompost, estuvo vigente desde 2001 hasta 2004 y consistía en la recuperación de este vegetal como un tipo de abono.

Expertos consultados indicaron que el nivel de sílice de estos residuos dificulta mucho cualquier utilización. Las quemas selectivas tendrán en cuenta la dirección del viento, antes de que se autoricen, así como la ubicación de los arrozales.

Por otro lado, la concejala de Esquerra Unida, Rosa Albert, denunció ayer el expediente temporal de regulación de empleo para los trabajadores de la contrata municipal que trabaja en la Devesa. La junta de gobierno aprobó el pasado viernes despidos de 14 días por cada trabajador para compensar las pérdidas que tiene la empresa por un déficit acumulado de 61.225 euros.

Como denunció Albert, esto se debe a que «el presupuesto consignado es insuficiente por la variación del IVA y el incremento por la revisión de precios de 2014. Estamos totalmente en contra de esta medida ya que realmente no supone una cantidad demasiado elevada de déficit y, por tanto, esta situación se podía haber solucionado con una modificación de crédito, algo que el PP hace muy habitualmente».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Valencia volverá a quemar la paja del arroz catorce años después para eliminar una plaga