La rotonda fantasma

Desde hace unos días los responsables de tráfico del ayuntamiento de Valencia decidieron resolver un problema que duraba décadas en el polígono Vara de Quart. En el cruce en el que confluyen las calle Traginers, Fusters y Llanterners, se ha señalizado una rotonda para gozo de las aseguradoras que cada cierto tiempo tenían que acudir a este lugar para depurar responsabilidades en los numerosos accidentes que ahí se producían.

El problema es que, desde su puesta en marcha, son muchos los conductores que llevados por la costumbre o por la ignorancia de las normas de circulación básicas, hacen caso omiso a las indicaciones que obligan a realizar los giros y cambios de dirección necesarios, para una correcta circulación.

En apenas quince minutos hasta nueve vehículos se saltan a la torera la rotonda sin ningún tipo de rubor. Son menos que los que cumplen, algunos con dificultades, con la ley, pero resulta cuanto menos llamativo que apenas se percaten de las señales del cruce, por el que tanto han suspirado los trabajadores de este polígono.