Un juzgado anula una multa de 6.000 euros por abandonar un perro

El juzgado número 6 de lo Contencioso de Valencia ha fallado a favor de la dueña de un perro sancionada en 2010 a pagar 6.010 euros por abandonar a su mascota. El fallo entiende que no debe pagar la sanción porque los datos erróneos que contenía el microchip de la mascota no deben concluir con la multa más grave que puede imponer el ayuntamiento.

Los hechos se remonta a septiembre de hace cuatro años, cuando a la afectada se le escapó el perro, que acabó siendo recogido por la Policía Local. El juez razona que no se produjo abandono porque el can llevaba chip identificativo, había sido vacunado recientemente y no presentaba signos de un cuidado indebido.

El problema es que la dirección y el teléfono móvil no habían sido actualizados, por lo que los agentes acudieron sin éxito al domicilio que desveló el lector del microchip. La dueña se había mudado recientemente a Ribarroja, según se indica en los fundamentos de la sentencia y la falta de actualización de los datos en modo alguno puede llevarnos a la conclusión de que con su acción u omisión pretendió el abandono de su perro, tesis en clara contradicción con las demás circunstancias, en referencia a la buena salud del animal.

Por este motivo se anula el fallo, al indicarse además que no podemos olvidarnos que nos encontramos en materia sancionadora donde prevalece el principio de intervención mínima y la exigencia de la prueba de la concurrencia de todos los elementos objetivos y subjetivos.

Acerca de la normativa actual, si el animal lleva identificación, como este caso, se avisará al propietario y éste tendrá a partir de ese momento un plazo de diez días para recuperarlo, abonando previamente los gastos de atención y mantenimiento. Pasado ese tiempo sin que haya aparecido el dueño, entonces sí se entiende que la mascota ha sido abandonada.