Por primera vez en la historia, los pilotos militares no vuelan por huelga

Hace 25 años

«Con impotencia e indignación». Así vivieron los pilotos militares la condena a 4 años de cárcel e indemnización de 750 millones de pesetas que el juez instructor pidió a los tres pilotos implicados en un accidente aéreo. Ésta suponía la primera huelga del sector en la historia del país aunque, en el ejército, pocos se atrevían a pronunciar tal palabra. Para llevar a cabo este 'plante' silencioso y «para evitar riesgos inncesarios ante la situación de indefensión», los compañeros de los procesados decidieron aplicar el reglamento de forma meticulosa y negarse a volar los aparatos que presentaban insuficiencias técnicas, aunque éstas no impidieran el vuelo en condiciones de seguridad. Hecha la ley, hecha la trampa.

Fue en noviembre de 1988 cuando el primer avión, un 'F-18', colisionó con uno de transporte, llamado 'Hércules', cuando uno despegaba y el segundo procedía a aterrizar. Ambos aparatos sufrieron daños en los extremos de sus planos, aunque lograron alcanzar tierra sin otras consecuencias. La decisión judicial fue considerada «desproporcionada» incluso por el Ministerio de Defensa y se consideró que dejaba a los pilotos militares «totalmente desamparados». De esta forma, este primer 'plante' se convirtió en el tema principal de la portada del pasado 12 de octubre de 1989.