Los vecinos exigen participar en los proyectos de desarrollo de Valencia

Cada vez es más clara la voluntad de los vecinos de participar día a día en la construcción de su ciudad, no sólo una vez cada cuatro años. El último caso ha sido el de Benimaclet, que esta semana anunciaba un concurso de ideas para diseñar la urbanización de los terrenos donde iban a construirse 1.300 casas en un PAI que ha caducado.

Tras el anuncio del ayuntamiento de retirar la licencia al promotor, desde la asociación de vecinos reclaman un proceso más participativo. «Teníamos noticias del PAI desde 1994. Nosotros ya decíamos que había demasiada densidad de viviendas, puesto que proponían edificios de ocho, doce y, en dos casos, hasta veinte alturas», según Paco Guardeño y Antonio Pérez. Durante el compás de espera, ocuparon los terrenos baldíos para crear un aparcamiento y se lanzaron a la aventura de los huertos urbanos. Comenzaron con sesenta parcelas y han incorporado cuarenta más.

Ahora que el tiempo les ha dado la razón, quieren «que no nos den un plan hecho, que nos dejen participar». Han lanzado una propuesta para que estudiantes de arquitectura preparen una transición amable. «Nos gustaría que hubieran menos fincas, más equipamientos y que se respetara huertos y acequias».

En la partida de Dalt de Campanar, la asociación de vecinos lucha porque las más de 3.000 viviendas proyectadas junto al parque de Cabecera no acaben dando un bocado a la huerta. Apuestan como alternativa por crear una ruta en bicicleta y explicar los molinos hidráulicos y alquerías que hay en la zona.

Más cerca del centro, junto a la estación del Norte, los integrantes de la Plataforma Per Russafa llevan años pidiendo una participación más activa en el futuro Parque Central. REcuerdan que hay una nave rehabilitada, pero no se abre al público.

Parque Central

Este movimiento vecinal está acabando de redactar un plan de usos que les gustaría que se contemplara para las naves que quedan por rehabilitar. «En la nave grande estaría bien un proyecto deportivo que incluyera piscina y, en otra, un área polivalente para conciertos, propuestas culturales, presentaciones falleras y, a la vez, pistas deportivas de baloncesto», indica Inma Bauset.

Recuerdan que se consiguió el centro escolar de Puerto Rico «y ahora el centro del instituto San Vicente Ferrer, vecinos y padres estamos preparando una propuesta para que se remodele el centro de secundaria y bachillerato», añade Bauset.

En San Marcelino, la entidad vecinal propuso al ayuntamiento un plan para usar los terrenos donde está previsto ampliar el parque de la Rambleta. «Si ahora no se puede hacer, por lo menos que dejen poner huertos que sean ecológicos, que se trabajen en cooperativa y por donde los vecinos puedan pasear», indica Vicent Soler.

En Benimàmet, los residentes no están de acuerdo con hacer «un bulevar con dos carriles sobre la superficie de vías soterradas. Queremos sólo un vial y el resto, parque. Hemos presentado un proyecto realizado por unos arquitectos y estamos esperando una reunión con el consistorio», indica María José Navarro.

En Nazaret, llevan años exigiendo que el «Ayuntamiento diga si está del lado del puerto o de los vecinos. No queremos que el puerto aproxime sus carreteras al barrio. En Urbanismo nos decían que no veían crítica la distancia y contestamos que por esta zona pasan mercancías peligrosas. Queremos que el ayuntamiento rechace una carretera que vaya por la Punta y que atraviese Marazul», indica Julio Moltó.

En el Cabanyal, la asociación de vecinos quiere la rehabilitación del barrio y en estos 20 años de reivindicaciones han recibido apoyos de entidades defensoras del patrimonio como World Monuments Fund o Hispania Nostra y Europa Nostra. En cambio, en este mismo barrio, el grupo 'Sí volem' lo que pide es que se ejecute ya el plan municipal.

En el centro histórico, la Coordinadora de Ciutat Vella durante meses han pedido que se escuchara sus propuestas de no hacer Barón de Cárcer de doble sentido y «finalmente la consellera de Infraestructuras dice que no se hará. Estamos muy agradecidos. Falta que no dejen pasar los coches por María Cristina y Serranos», indica Trini Piquer.

En la Amistad, la entidad vecinal también ha contado con la ayuda de estudiantes de arquitectura para proponer un diseño distinto para las viviendas y jardín del solar de Mestalla y tampoco quieren que se pierda la huerta de Vera.

Y en el barrio de San José, los vecinos presentaron un proyecto para hacer las calles zona 30. «El concejal de Tráfico lo aceptó y se ha hecho, pero nos gustaría que se cambiarán de sentido algunas calles para tener menos tráfico y que se creen ciclocalles para ir en bici», dice Lucas del Castillo.