Ruzafa reclama más dotaciones para el barrio ante el inicio del Parque Central

Una petición y un ruego es lo que hizo ayer la presidenta de la Federación de Vecinos, María José Broseta, ante el inicio la próxima semana de las obras del ansiado Parque Central. La primera es que se tengan en cuenta equipamientos públicos dirigidos al barrio de Ruzafa en las viejas naves ferroviarias que se rehabilitarán. La segunda, que la sombra llegue pronto.

Broseta habló de un polideportivo y un centro cultural, además de un centro de día para mayores. «La población de Ruzafa está envejeciendo y hace falta un equipamiento de ese tipo». En los últimos meses se han reunido varias veces con los responsables municipales del proyecto, aunque ahora es cuando se acelera el asunto ante el inicio inminente de las obras.

El concejal de Urbanismo, Alfonso Novo, comentó ayer que «lo más seguro es que empiecen la próxima semana», además de indicar que «se tendrán en cuenta las peticiones de los vecinos». La primera fase tiene un plazo de ejecución de 22 meses, por lo que la previsión es que todo esté acabado en marzo de 2017.

Con un presupuesto de 19,1 millones de euros, el recurso de una empresa alteró la planificación prevista de empezar a finales de marzo. La superficie afectada es de 110.826 metros cuadrados y abarca desde la calle Filipinas hasta la playa de vías actualmente en servicio.

Esos son los números, aunque la preocupación de los vecinos es que las inmensas naves ferroviarias tengan una utilidad directa para los residentes, más allá de proyectos como centro de recepción o museos dedicados al propio parque. Y sobre el arbolado, Broseta dijo confiar en que «no estemos los siguientes diez años paseando por un solar y que las especies elegidas por los técnicos tengan un crecimiento rápido».

Novo explico que el proyecto de ideas se basa en el concurso de ideas ganado por la paisajista norteamericana Kathryn Gustafson, responsable asimismo del desarrollo del proyecto. La dirección de obras se adjudicó a las empresas de ingeniería que colaboraron con la primera en las fases anteriores.

Sobre las naves, hay cuatro o cinco construcciones pendientes de rehabilitar. La memoria del proyecto habla de que «se pretenden poner en valor los elementos constructivos de los edificios» sin determinar los usos que tengan. Para ello se eliminarán todos los añadidos posteriores a los inmuebles originales.

La superficie es amplia y sólo tres de las naves alcanzan los 4.278 metros cuadrados. En algunas se han realizado ya las catas para determinar la profundidad y composición de los vertidos industriales, suelo que ahora se deberá descontaminar.

Esta tarea será paralela a la propia urbanización, lo mismo que las demoliciones de algunos negocios abiertos hasta hace unos pocos años. La sociedad Parque Central ya tenía en marzo acuerdos firmados con la mayoría de los propietarios de las parcelas, con el propósito de permitir la ocupación de los solares y su urbanización.

Broseta subrayó que «en el proyecto no viene nada sobre los usos y ahora es cuando hay que comenzar a debatirlos». Novo estuvo de acuerdo en que haya equipamientos para el barrio de Ruzafa, aunque también otros «en clave de ciudad», en referencia por ejemplo al gran contenedor cultural del que se habla desde hace años.