El presupuesto desencadena la primera fricción en el equipo de gobierno de Valencia

En un paralelismo con un terremoto, ayer en el Ayuntamiento no se agrietaron los pilares del equipo de gobierno aunque el sismógrafo sí registró un seísmo. La mañana empezó con sendas sorpresas en la Fundación Deportiva Municipal y el Consejo Rector Fallero, organismos que debían aprobar los presupuestos para 2016, donde los representantes de València en Comú, socios del tripartito, se abstuvieron ante la sorpresa general.

En las dos entidades salieron adelante las cuentas gracias a la abstención de los consejeros del PP y Ciudadanos, por lo que los votos favorables de Compromís y PSPV fueron suficientes. Pero eso no restó ni un ápice a la notoriedad del movimiento ejecutado por la formación hermana de Podemos, donde la cuestión de fondo es el Presupuesto General, todavía en negociación.

El portavoz de València en Comú, Jordi Peris, aseguró a LAS PROVINCIAS que el acuerdo para el primer presupuesto del tripartito «está cerca, es cuestión de días», para explicar la abstención de su formación diciendo que «esperamos a tener una visión conjunta antes de pronunciarnos sobre partidas concretas», para insistir en que no se ha roto el diálogo con Compromís y el PSPV para el Presupuesto.

Peris comunicó al alcalde Ribó y al portavoz del gobierno municipal, el socialista Joan Calabuig, que se abstendrían en las dos votaciones, rompiendo así la unidad de voto con sus socios en el Consistorio. «No hubo problema porque ambos entendieron que era una posición legítima nuestra».

Acerca del Presupuesto general, las reuniones se suceden desde hace semanas. Este miércoles surgió la sorpresa de que Peris pidió que las cuentas tengan más perfil social, dejando en el aire la posibilidad de renegociar numerosas partidas cuando ya se trabaja contrarreloj. El día 20 debe celebrarse un pleno extraordinario para debatir el documento principal del Ayuntamiento, que superará los 800 millones de euros.

Pero antes debe pasar por la comisión de Hacienda y la junta de gobierno, lo que acorta todavía más los plazos para la negociación.

En ese contexto sorprende todavía más la abstención de uno de los socios de gobierno, que aporta tres concejales de los 17 del tripartito. Tanto Compromís como el PSPV rechazaron valorar el voto de València en Comú, aunque el malestar era común en muchas concejalías.

«No será un presupuesto con acento social, será con acentazo», indicaron fuentes cercanas al borrador que maneja la alcaldía y que será presentado dentro de escasas fechas. Como adelantó este periódico, algunas cifras que se manejan son aportar cuatro millones de euros a la red Xarxallibres, así como tres millones más para la limpieza de las calles y la recogida de basura.

Sobre la Fundación Deportiva, el concejal popular Cristóbal Grau resumió las cuentas diciendo que «no hay ninguna propuesta nueva para el deporto valenciano después de meses de inacción de un tripartito dividido», citando con esto último la división de voto.

El portavoz municipal de Ciudadanos, Fernando Giner, dijo por su parte que esta ruptura en el gobierno municipal «es mala para los valencianos porque es un síntoma preocupante de lo que puede pasar los cuatro próximos años, es decir, que se paralice el desarrollo de cualquier gestión por sus problemas».

En el Consejo Rector Fallero ocurrió lo mismo y el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, salvó las cuentas gracias a la abstención del PP y Ciudadanos. La concejal de València en Comú, María Oliver, también se abstuvo.

Por su parte en el consejo de la EMT quedará la incógnita de saber si se hubiese producido la abstención de València en Comú a los presupuestos, pues la reunión no se celebró ayer. Prevista para las 13.30 horas (más tarde que las otras dos), el consejo se canceló faltando apenas diez minutos para su inicio, lo que generó malestar entre los concejales de los grupos de la oposición.

El motivo alegado por el concejal de Movilidad y presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, fue que algunos consejeros habían solicitado «un margen extra» para estudiar la documentación de un consejo en el que iban a presentarse los presupuestos de la entidad para 2016, criticados por PP y Ciudadanos el miércoles. Sin embargo, estos dos grupos negaron haber presentado la petición, por lo que todas las señales apuntan a una nueva petición de València en Comú.

Para el popular Alberto Mendoza, que el día anterior había descartado impugnar el consejo a pesar de convocarse fuera de plazo, «es una falta de seriedad y una muestra más de que el tripartito actúa de manera improvisada en una materia tan importante como es la EMT».