Secciones
Servicios
Destacamos
ARTURO CHECA
Martes, 4 de octubre 2016, 23:56
valencia. Vegetta 777. El Rubius. WillyRex. A los lectores que tengan hijos, con no mucho más de seis o siete años, estos nombres les parecerán casi como de la familia. Ellos son tres de los 'youtubers' más famosos de España, veinteañeros en los que se miran los menores y adolescentes de hoy en día, capaces de ingresar en el banco hasta 5.000 euros al mes por el simple gesto de subir a sus canales de Youtube vídeos con chistes, partidas de videojuegos o bromas surreales. Arrasan en publicidad con sus millones de seguidores y tienen un éxito a prueba de toda lógica. 'Limonada'. Este fue el contenido de un tuit lanzado en agosto por El Rubius. Sin más. Fue el mensaje más retuiteado de la historia de España y el cuarto de todo el mundo.
En esos espejos se miraba José Javier, un chaval de 12 años, vecino de Torrevieja y trompetista de 'Los Salerosos', una banda local que igual se atreve con el 'Bailando' de Enrique Iglesias que con 'Mi gran noche' de Raphael. El sueño de Javier era hacer fortuna con su canal de Youtube colgando vídeos de sus andanzas musicales. Ser el orgullo de su padre, vendedor ambulante de chucherías, y de Pilar Quesada, en paro y dedicada ahora a sus labores. «Yo no sabía dónde se había metido mi hijo. Y él pensaba que iba a ganar dinero», recuerda ahora su madre.
Todo empezó un día de agosto, cuando José Javier se metió en su cuarto con un amigo de 15 años. Solos con un ordenador. En pocos minutos, únicamente con un número de cuenta bancaria abierta antes a su nombre (con 2.000 euros que iba ahorrando «para cosillas como el carné de conducir», apunta su madre), una dirección de correo electrónico y un nombre, «sin pedirles DNI ni otro documento», lamenta la progenitora, el menor de 12 años firmó un contrato nada menos que con Google. Sin saberlo, se puso la soga al cuello.
El chaval pensaba que contrataba el servicio 'AdSense', una opción por la que se autoriza a Google a colocar anuncios en una web y, a cambio, la multinacional paga dinero al usuario si se produce mucho tráfico de visitas en la página. Pero lo que el crío de Torrevieja estaba haciendo era contratar 'AdWords', el sistema mediante el que el buscador» de Google posiciona más arriba una web (como enlaces patrocinados) en la página de resultados a cambio de un pago.
En números rojos
Google empezó a girar recibos a la cuenta del pequeño. Al principio pequeñas cantidades, de no más de 50 euros. Pero luego aumentó a 900 y después a 19.700. La cuenta se quedó en números rojos y una llamada del banco alertó a los padres. El último y dantesco cargo fue de 78.000 euros, aunque la cuenta ya estaba bloqueada tras el espanto de los padres y los recibos devueltos. «Lo llamativo de este caso es que se facilita en exceso contratar sin comprobar prácticamente nada, ni siquiera de quién se trata», es la conclusión a la que llega Fernando Fraile, un abogado que se ofreció altruistamente a ayudar a la familia tras conocer el caso.
«Quería comprar instrumentos para la banda y cosas así, aunque a su amigo también le dijo que si se hacían ricos tendría una mansión», recuerda la progenitora. La inocencia del menor queda constatada en un vídeo que colgaron José Javier (estudiante de primero de ESO) y su joven socio en el que explican sus socios. «Vamos a hacer camisetas con el nombre de la página y a mejorar mucho la web con lo que ganemos. Me compraré un ordenador de 'gaming' (para juegos) de 1.000 euros», eran los anhelos del menor.
A partir de 14 años
Tras días de pesadilla, el mal sueño de la familia alicantina y la exigencia de Google del pago de los 100.000 euros quedó zanjada ayer, después de jornadas de polémica en medios de comunicación y redes sociales con el caso. «Hemos analizado este caso y no hemos recibido dinero por parte de este usuario. Vamos a proceder a cancelar el saldo pendiente de AdWords. Muchos servicios online, incluyendo Google AdWords, tienen restricciones de uso por edad. Sabemos lo importante que es mantener el entorno de la familia seguro en internet, por eso los padres pueden encontrar información sobre cómo hacerlo en el Centro de Seguridad Familiar de Google», fue el comunicado emitido ayer por la firma californiana.
De hecho, en las condiciones de Google aparece como 'restricción de edad' los 14 años, como mínimo para contratar el servicio de 'AdWords', algo que no ocurría en el caso de José Javier, extremo que tampoco fue comprobado por la multinacional. La 'firma' del contrato por el adolescente tampoco contaba con la autorización paterna, según la familia, lo que invalidaba el acuerdo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.