El Ayuntamiento de Valencia evita reducir Blanquerías a sólo un carril por los atascos

Evitar que las obras que está desarrollando el Ciclo Integral del Agua en Blanquerías vuelvan a provocar otro monumental atasco como el registrado en Valencia el pasado lunes, cuando las retenciones no sólo colapsaron el paseo de la Pechina, sigo que alcanzaron a Pío XII, Cortes Valencianas y hasta la entrada en Valencia por la CV-35. Ese es uno de los objetivos del Ayuntamiento y, al menos de momento, está impulsando medidas para conseguirlo. Así, como recoge un comunicado remitido el pasado fin de semana, el Gobierno local apuntó que la superficie ocupada por las obras «será la mínima necesaria para la ejecución de los trabajos», y agregó que «en el peor de los casos será la correspondiente al carril bici más dos carriles de circulación, quedando un carril único de 4,40 metros para el paso de los vehículos autorizados», es decir, residentes y transporte público. Ese punto más conflictivo se sitúa a la altura de las Torres de Serranos, punto en el que se están acometiendo los trabajos. Sin embargo, según confirmaron ayer fuentes del Centro de Gestión de Tráfico de Valencia, desde el inicio de los trabajos se han mantenido siempre abiertos al tráfico, como mínimo, dos carriles, por lo que por ahora el Consistorio ha evitado generar un embudo con sólo un carril para la circulación.

El objetivo es que el tráfico en el Paseo de la Pechina y Blanquerías sea lo más fluido posible y no genere atascos que puedan, de nuevo, extenderse por vías adyacentes como Fernando el Católico o el citado acceso a Valencia por Cortes Valencianas -como ocurriera el lunes tras el corte de los dos pasos inferiores del citado paseo-. Y todo ello teniendo en cuenta que la circulación por estos viales ha quedado restringida para residentes en la zona y el transporte público, como indica la cartelería instalada en los cruces con Pérez Galdós, Fernando el Católico y Guillem de Castro. Sobre esta última situación, la concejal de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato, comentó ayer que «no está en los planes» del Ayuntamiento que los agentes de la Policía Local realicen controles para garantizar que únicamente los vehículos que circulan por estos viales pertenezcan a residentes -o sean de carga o descarga, también autorizados en una determinada franja horaria-, ya que se están centrando en la regulación del tráfico y, cuando la situación lo requiere, cortar el acceso para evitar que el atasco se agrave. Sin embargo, la edil avisó que eso no quiere decir que, en un momento dado, los agentes puedan realizar un control en los accesos o en el interior de las vías.

En este sentido, ayer por la tarde, la Pechina volvía a registrar abundante tráfico, mucho más que, por ejemplo, el día anterior. El tramo del paseo que el martes se recorría en siete minutos, ayer ya tomaba casi un cuarto de hora. Los carteles que prohiben el paso y un coche de policía en cada cruce no disuadieron a los conductores de volver a utilizar el asfalto. Desde el complejo Nou d'Octubre hasta Blanquerías, el recorrido podría ser el de un día cualquiera si no fuera por el cierre de los pasos inferiores y por un accidente frente al MuVIM. Más allá de las Torres de Serranos, las obras proseguían con normalidad con casi dos carriles cortados por los trabajos.

Por tanto, parece que la prohibición de circular en esos espacios para los no residentes, que se respetaba en gran medida el martes con viales prácticamente vacíos, empezó ayer a no cumplirse con tanta rectitud. De hecho, el martes el Ayuntamiento tuvo que ampliar la fase en verde de avenidas como Primado Reig o Peset Aleixandre para hacer más fluido el aumento del tráfico procedente, precisamente, de la Pechina.