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LAURA GARCÉS
VALENCIA.
Miércoles, 6 de junio 2018, 00:36
«En ciencia las cuestiones van más lentas que poder vincular un hallazgo científico a un gobierno». Fue la respuesta de la consellera de Sanidad, Carmen Montón, a la pregunta sobre los objetivos alcanzados en el Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) desde su llegada a la Conselleria de Sanidad. Las palabras de Montón apuntaban en la dirección de que hay que habrá que seguir esperando para conocer resultados.
La consellera ofreció estas declaraciones durante la visita al CIPF para anunciar el final de los efectos del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de 2011 y dar a conocer el nombramiento de un nuevo comité científico para los próximos cinco años con el fin de hacer «más competitivo» y relanzar el centro.
No fue ayer la primera vez que desde este centro se hablaba de relanzar su actividad científica. Es un mensaje que se ha transmitido de distintas maneras y en varias ocasiones ocasiones a lo largo de los últimos años. De hecho, en 2016, el entonces director, Enrique Alborch, ya adelantó que el objetivo era recuperar su condición de centro de excelencia. Para finales de 2017 se señaló el plazo para alcanzarlo por el camino trazado entonces en un plan estratégico.
Carmen Montón estuvo acompañada ayer de la directora del CIPF, Deborah Burks, que explicó que una vez acordado con el comité de empresa se suspenderá la Modificación Sustancial de las Condiciones de Trabajo de Carácter Colectivo vigentes desde el ERE de noviembre de 2011, que supuso el despido de 116 trabajadores.
La medida permitirá eliminar la reducción salarial de entre un 8% y un 15% que aún se mantiene en un colectivo de 45 trabajadores del centro, tanto de personal investigador como de mantenimiento y administrativo y supondrá un coste de unos 250.000 euros anuales.
Asimismo, se volverá a implantar en diciembre un calendario laboral normalizado ya que hasta ahora el ERE obligaba a dos cierres obligatorios anuales con el consiguiente «perjuicio» para los experimentos, sobre todo aquellos en los que se utilizan animales.
La medida también implicará poner fin a la congelación salarial que afectaba a toda la plantilla desde 2011, así como el bloqueo que existía en referencia a promociones internas o ajustes de categorías profesionales. Además, se está procediendo a la captación de nuevos grupos. Uno de ellos, trabajará en mecanismos biomoleculares de esquizofrenia, en otoño se incorporará otro de neurociencias y la pasada semana se entrevistó a un candidato de la Universidad de Yale que trabaja en enfermedades autoinmunes como el Crohn. Deborah Burks, destacó que está «muy contenta y orgullosa» del nuevo comité, que debe renovarse cada cinco años para poder ajustarse a los cambios.
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