El doble de ostras desde Valencia

Con casi una hora de retraso sobre el momento previsto, una enorme grúa levantaba ayer la nueva batea de ostras del puerto de Valencia, que duplicará la producción de este bivalvo. La empresa valenciana Ostras de Valencia S. L. ha sufragado el coste de esta nueva instalación, que mide veinte metros de largo por veinte de ancho y que ayer necesitó de cuatro grúas de grandes dmensiones para ser botada en el Muelle de la Xitá del puerto de Valencia.

La intención de la compañía, que ha sufragado el coste de la nueva batea, es duplicar la producción para así poder ofrecer ostras todo el año. César Gómez, de DeltiMussel, supervisó todo el complejo proceso de anclar la instalación a las grúas y levantarla unos seis metros en el cielo para depositarla frente al muelle. Gómez explicó que ahora se consumen ostras «en cualquier momento», por lo que precisaban otra batea que se espera que esté en funcionamiento en breve. Ayer mismo ya se iba a colocar la primera tira de ostras para comenzar la producción cuanto antes.

Eso fue después de un laborioso proceso que incluyó el uso de maquinaria pesada. En un extremo del puerto, concretamente del Muelle Norte, descansaba la plataforma donde crecerán las ostras. Durante más de una hora, operarios especializados colocaron los anclajes en la batea antes de atarla posteriormente a dos grandes grúas que la dejaron en el mar, ante la atenta mirada de decenas de curiosos debidamente acreditados.

Así comenzó ayer la historia de unas 250.000 ostras al año, que viajarán a restaurantes con varias estrellas Michelin como los de Martín Berasategui o al de Dabid Muñoz en Madrid, Diverxo. «Ya no es un producto de lujo, comerse un plato de ostras cuesta lo mismo que un plato de jamón», comentó Gómez, que explicó que, al igual que un plato de jamón, hay ostras de distintos precios y tamaños. Sin embargo, lo cierto es que la mayoría de las ostras valencianas se quedan en territorio local y son consumidas por restaurantes y particulares valencianos. De hecho, en uno de ellos, Ostras Pedrín, se celebró ayer la inauguración oficial de la batea, con una degustación de estos bivalvos.

A diferencia de las clóchinas valencianas, que también se cultivan en el puerto de la ciudad, las ostras crecen durante todo el año y son muy rentables. Tanto, que la empresa Ostras de Valencia ha sufragado por completo la construcción de la segunda batea, en la esperanza de rentabilizarla en apenas un año.