Los retrasos se enquistan en el metro de Valencia: 40 averías afectan a tres líneas con 34 millones de viajeros
Las líneas L-1, L-2 y L-7, las más largas y las que más tramo tienen en superficie, son las que más incidencias presentan de toda la red en el último trimestre
Metrovalencia sufre incidencias casi a diario que afectan a los miles de usuarios que se desplazan cada jornada en sus convoyes, que conectan la ... capital del Turia con su área metropolitana. Desde la recuperación hace tres meses del funcionamiento integral de la red tras la dana que arrasó la provincia, entre cuyas víctimas materiales también se encuentra el centro de mando de València Sud, unas 40 averías de diversa índole y afección han mermado el servicio azotando de manera especial a las líneas L-1 (Bétera-Castelló), L-2 (Llíria-Torrent Avinguda) y L-7 (Marítim-Torrent Avinguda).
Las incidencias, que desembocan en retrasos en el paso de los convoyes, se han cebado especialmente con tres de los itinerarios más utilizados por los viajeros de Metrovalencia. Según se extrae de las comunicaciones realizadas en la red social X de la compañía, desde el pasado 27 de junio, las averías han involucrado a las rutas L-1 y L-2, que el año pasado registraron un pasaje de 12.424.686 y 11.683.493, respectivamente, y la L-7, que cerró el ejercicio 2024 con 10.542.755 usuarios desplazados. Cabe recordar también que las tres líneas se vieron afectadas por el desastre del 29-O que asoló sus estaciones del sur dejando algunas de estas instalaciones inoperativas hasta la reapertura del 27 de junio.
Teniendo en cuenta que el pasaje global transportado el año pasado por Metrovalencia rozó los casi 90,1 millones de viajeros, y que las líneas más damnificadas por las averías en el último trimestre representan un total de 34,6 millones de pasajeros, se concluye que estas afecciones las sufre casi uno de cada tres usuarios de la red.
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Por su parte, desde Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) defienden que el repunte de incidentes que ha tenido lugar en las últimas semanas, mientras se retomaba la actividad de septiembre, es una coincidencia no achacable a ningún motivo en concreto así como que las averías no guardan relación unas con otras. De hecho, algunas de ellas son de compleja resolución, pero las mismas fuentes señalan que siempre se ha respondido «con la mayor celeridad posible por parte de los técnicos para minimizar los efectos sobre la circulación» y remarcan el «gran esfuerzo» en la puesta a punto tras la riada.
FGV explica que el hecho de que la L-1 y la L-2 sean los itinerarios que más problemas han reportado se debe a que son las líneas de mayor recorrido, cercano a los 50 kilómetros, y que además gran parte de su ruta discurre en superficie. Este factor propicia que la infraestructura viaria sea mucho más vulnerable a las afecciones que si circula por el subsuelo.
Mantenimiento
La compañía justifica a su vez que cuenta con un amplio programa de mantenimiento de sus instalaciones y ejecuta intervenciones programadas para garantizar su correcto funcionamiento. Los servicios competentes están realizando un análisis «exhaustivo» de infraestructuras afectados y se ha puesto en marcha su reparación inmediata así como medidas mitigadoras para minimizar su repetición en el futuro.
Las áreas de mantenimiento de infraestructuras y talleres, a través de recursos internos o contratos de mantenimiento externo, realizan una labor planificada de mantenimiento preventivo y correctivo «para garantizar la máxima disponibilidad del servicio prestado».
«Metrovalencia se encuentra inmersa en la planificación y ejecución de inversiones de gran envergadura para garantizar la renovación de los activos que, por edad o estado, lo requieren», asevera la empresa ejemplificándolo con las obras que tuvieron lugar entre finales de junio y el 31 de agosto para renovar el tramo Aragó-Marítim. Asimismo, también se trabaja en la renovación de sistemas de señalización.
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