La ejecución de la sentencia puede alcanzar un coste de seis millones

El coste económico de la ejecución de la sentencia, ya definitiva e incuestionable, puede alcanzar la nada despreciable cifra de seis millones de euros, según una primera estimación realizada por el propio autor del recurso, el abogado Juan Marco Molines.

Hay que tener en cuenta que, aunque el gobierno socialista valenciano nunca dio a conocer el coste exacto de las obras realizadas por los arquitectos Grassi y Portaceli, una aproximación cifró la cuantía de las obras en más de 600 millones de pesetas, llegándose a hablar de sobrecostes hasta alcanzar la cantidad de 1.000 millones de pesetas.

La valoración económica de la demolición del mármol de las gradas y del frente del escenario, tal y como impone la sentencia de Tribunal Supremo, ha ido variando con el paso de los años.

En el año 2001, un informe realizado por el profesor de arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia, Bernardo Perepérez, calculaba entre 250 y 300 millones la reversión de la construcción.

Sin embargo, con el paso del tiempo y una vez conocido el fallo del Supremo, se estima que no se podrá hacer por menos de seis millones de euros. A este cantidad deberán hacer frente las arcas de la Generalitat Valenciana que, tras casi dos décadas de litigios, ahora está gobernada por el PP, partido que fue quien presentó el recurso de ilegalidad contra el gobierno valenciano que autorizó el proyecto entonces bajo signo socialista.

Pero el coste del cumplimiento de la sentencia puede elevarse hasta los 10 millones si al proceso de reversión se suma las pérdidas que puede acarrear la paralización sociocultural y turística.