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PPLL
Viernes, 11 de enero 2008, 15:39
[jesús sáez]
Un proyecto que rompe absolutamente cualquier tipo de previsión con respecto a lo que se podría esperar de Roberto. Uke es un proyecto fresco, azaroso, improvisado, donde lo infantil y lo sesudo juegan juntos de la mano para dar como resultado una propuesta sabrosa, rica en referencias. Pascal Comelade, Durruti Column, y muchos artistas más de diferente calado se reúnen en un disco de debut homónimo (Jabalina, 07) sorprendente, divertido, caótico... Estarán tocando este domingo en la FNAC de San Agustín (Valencia).
-Este proyecto anda muy alejado de lo que Roberto había hecho hasta este momento. ¿Cómo se te ocurrió embarcarte en un viaje bajo estos parámetros musicales?
-Al finalizar mi anterior grupo buscaba nuevos caminos, nuevas formas de hacer música. Siempre miro hacia delante y quería ver nuevas posibilidades, no sé, creo que todo empezó como un juego, empezar de nuevo y ver que ocurría. Prefería experimentar con el sonido, las estructuras, las letras que hacer música pop como ya hice antes. No quería repetirme para no aburrirme, para ver cosas nuevas.
-¿Cómo os conocisteis Laura y tú y decidisteis montar la banda?
-Laura y yo nos conocimos en un puente, yo me quería tirar al vacío y ella me salvó. A partir de ahí decidimos estar siempre juntos y hacer música.
-Sobre todo, la sensación que desprende el disco es la de una filosofía musical donde lo infantil, los instrumentos de juguete y el lo-fi se dan la mano en un estudio-habitación. ¿Una música adaptada a los tiempos?
-En principio sí. Nuestro método de grabación es totalmente caótico. Empezamos a componer y a grabar a la vez, esto es imposible si no tuviéramos el estudio en casa. Además con todos los instrumentos que metemos, las veces que cambiamos cosas, remezclamos... nos sería muy difícil hacerlo fuera de casa, para nosotros sería imposible y para Jabalina supondría la ruina. Además el uso de muchos instrumentos es improvisado, es una especie de experimentación de andar por casa, cogemos cosas que tenemos a mano y las aplicamos en la música.
-No se puede evitar hacer referencia a Pascal Comelade tras escuchar canciones como 'No somos bolcheviques' y 'Pajarillo'. ¿De qué manera es una referencia para vosotros?
-Pascal Comelade es una gran influencia para todo el que toca un toy piano, el fue de los primeros en hacerlo y un ejemplo a seguir para nosotros. Nos encantan sus discos, su forma tan personal de ver la música... es alguien que está fuera de modas y es lo que le hace especial, único. Luego en el sonido también hay una parte muy cercana a él, el uso de instrumentos de juguete... Pero también tenemos muchas otras influencias, desde Leonard Cohen hasta The Telescopes.
-Vuestro nombre, supongo, viene del Ukelele. Hace poco, un compañero vuestro de sello, Marco Maril "Apenino", me confesaba que está apasionado con este instrumento, que en su último disco ya no había guitarras, solo ukeleles. ¿Os pasa algo parecido? ¿Por qué?
-Sí, el nombre viene de ahí, del ukelele. Me encantan los ukeleles, pero no nos queremos encerrar en el sonido del instrumento. Al contrario, lo que queremos es meter cada vez mas instrumentos, descubrir texturas y no dejar de un lado a las guitarras. Creo que lo próximo que haremos será superponer capas y capas de guitarras con mucho delay, mucha reverb... crear ambientes para luego ir añadiendo distintos tipos de arreglos, descubrir nuevos sonidos...
-Esta propuesta es complicada de llevar al directo, y además requiere mucho de un ambiente adecuado. ¿Os habéis enfrentado ya a alguna de estas complicaciones?
-Alguna vez te encuentras con ambientes poco propicios, pero es normal, tocamos en salas de directo, de rock, con gente hablando, bebiendo, sin prestar atención a la música... es algo espantoso porque nadie está a gusto, ni el músico, ni el que te va a ver ni el que se va a emborrachar. Creo que no hay muchos sitios para apreciar este tipo de música, y si los hay no los conozco. Las veces que esto no ocurre te acuerdas por qué te quisiste dedicar a esto.
-En el disco hay una cara diferente, más melancólica y ambiental, más cerca del shoegazing, la de canciones como 'Sístole' y 'Piedra, papel, tijera'. Me sorprenden estos contrapuntos, sobre todo esta última, que es de las pocas cantadas, y que ofrecen sensaciones y sentimientos muy diferentes. ¿Es propio del proceso de definición de sonido del grupo o buscábais algo adrede con ello?
-No, no buscábamos nada a propósito. Simplemente las canciones iban surgiendo y se iban registrando. Creo que son dos caras de nuestra personalidad que ya iban reflejadas en el e.p. anterior y estamos realmente cómodos en los dos terrenos.
-En el disco hay errores de ejecución, sonidos desafinados... todo forma parte del universo del grupo. ¿Gana la música una belleza diferente alejada de la profesionalidad y el perfeccionismo?
-Ten en cuenta que casi todo lo grabado en el disco es con instrumentos de juguete que están mal afinados o se desafinan a las primeras de cambio. Mucho de lo grabado han sido primeras tomas, prácticamente casi todo el disco, y de ahí vienen los errores de ejecución. Todo esto es porque no concibo la música como un ejercicio de perfección. Muchas veces escuchas discos pero les faltan alma, son tan perfectos que es como si los hubieran tocado maquinas. Además este disco lo hemos grabado en casa y no en un estudio, no somos buenos músicos y todo esto debe estar ahí presente. De otra forma me parecería que nos estamos engañando y que estamos engañando al público.
-Me llama la atención la aparición de palabras como bolcheviques y masonería en los títulos de vuestras canciones. ¿Me lo podéis explicar?
-Casi todo el disco es instrumental, por eso nos ayudamos de los títulos para conducir al oyente al terreno donde queremos ir. No sé, también lo vemos como un juego, una forma de despistar al que escucha. Casi todas las canciones tienes un toque surrealista, tanto en la música como en las letras, y en las canciones instrumentales potenciamos este aspecto desde los títulos.
-El grupo se organiza entre Valencia y Madrid. ¿Cómo os lo montáis entre las dos ciudades?
-Bueno, vivimos en la misma casa, así que lo mas complicado es ver quien baja la basura cada noche.
-Roberto tiene experiencia en la escena indie. ¿Cómo ves tu carrera si miras ahora hacia atrás? ¿Te arrepientes de haber hecho, o de no haber hecho algo?
-Creo que en todos estos años he hecho lo que me ha dado la gana cuando me ha dado la gana. No me arrepiento de nada de lo que he hecho porque gracias a eso he aprendido muchas cosas que puedo ahora poner en práctica, he conocido a un montón de gente, he tocado en casi toda España, fuera de ella...No sé, creo que he sido y soy afortunado porque hago lo que quiero sin que nadie me coaccione.
-¿Cómo ves el panorama para los grupos independientes españoles?
-Creo que es una buena época para los grupos independientes. Hay una especie de crisis discográfica a todos los niveles que sirve para que la gente busque nuevos caminos, se autoproduzca, investigue nuevas vías. Cada día surgen nuevos grupos y creo que es lo más importante, que haya gente haciendo música. Luego los límites se los pone cada uno.
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