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R. GORRIARÁN
Domingo, 27 de enero 2008, 02:54
El PP no tendrá capacidad de veto en la lucha contra ETA, pero tampoco será ninguneado en este terreno. El texto final el programa electoral socialista no recogerá la enmienda del ex presidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra para otorgar capacidad de veto a los populares ante un eventual diálogo con ETA, pero incluirá, como buscaba su proponente, una mención expresa al partido opositor ya que aboga por buscar "la máxima coordinación con el primer partido de la oposición" en la lucha antiterrorista.
Así se resolvió la controversia más sobresaliente de la Conferencia Política de los socialistas que aprobó el programa para el 9 de marzo. El secretario general del Partido Socialista de Euskadi negoció con Rodríguez Ibarra la retirada de su enmienda y logró su objetivo. Patxi López indicó que el acuerdo fue "muy fácil" porque el ex gobernante de Extremadura tiene "capacidad de diálogo" y "voluntad de entendimiento". El texto transaccional redactado por los socialistas vascos fue aprobado por unanimidad y "con aplausos" en la comisión que debatió el capítulo programático referido a "libertad, convivencia y derechos ciudadanos".
Rodríguez Ibarra pretendía que la oferta electoral de su partido recogiera que "el PSOE se compromete ante la ciudadanía a no aceptar ningún tipo de diálogo con la banda terrorista, cualquiera que sean las circunstancias, salvo que el procedimiento venga avalado por el primer partido de la oposición, al que se le reconoce capacidad de veto en esta materia". Un texto que disgustó a la dirección del partido gubernamental.
El acuerdo transaccional alcanzado entre el líder de los socialistas vascos y Rodríguez Ibarra establece que corresponde "al Gobierno dirigir la lucha antiterrorista, pero que para esta tarea debe contar con todos los partidos democráticos". Recoge asimismo que el Ejecutivo, para acabar con ETA, buscará "la máxima coordinación con el primer partido de la oposición", además de las restantes fuerzas políticas.
Una redacción que, aunque descafeína su pretensión inicial, permite al ex gobernante autonómico no irse de vacío pues queda reflejada su exigencia de que el programa electoral de los socialistas cuente con el partido opositor en materia antiterrorista, un detalle que el texto original obviaba.
Ninguna expectativa de diálogo
El secretario general del PSE, a su vez, se mostró asimismo satisfecho porque se ha evitado que ETA "se convierta en la protagonista" de la Conferencia Política y se ha reafirmado la importancia de la unidad antiterrorista con una "mayor implicación" del PP para "coordinar y colaborar" en la lucha antiterrorista. Recordó, además, que se recoge en negro sobre blanco que, "tras la ruptura del alto el fuego, no hay ninguna expectativa de diálogo" con la organización terrorista. López subrayó también que en el debate de la comisión hubo un reconocimiento expreso a José Luis Rodríguez Zapatero por haber intentado, aunque fuera sin éxito, el final dialogado de la violencia. "Nos hemos mostrado muy orgullosos -dijo el líder del PSE- de que lo hubiera intentado, y no se le hubiera perdonado nunca que no lo hubiera intentado".
Por expreso deseo de José Luis Rodríguez Zapatero, el programa electoral de los socialistas establece que, una vez que se aprueben las reformas estatutarias en curso, el desarrollo competencial del Estado de las autonomías "habrá concluido y debe quedar cerrado". El primer borrador de la oferta del PSOE para los comicios del 9 de marzo no recogía esta precisión y el presidente del Gobierno transmitió a sus colaboradores la conveniencia de incluir esta puntualización.
La propuesta de cierre del Estado autonómico acerca a los socialistas a los planteamientos del PP en esta materia, aunque es de prever que desencadenará las protestas de los grupos nacionalistas. Mariano Rajoy ha propuesto varias veces a lo largo de la legislatura recién concluida un acuerdo entre los dos grandes partidos para poner coto a los traspasos competenciales. El líder de la oposición propuso, incluso, que una reforma de la Constitución que determine qué materias son del ámbito exclusivo del Gobierno central y cuales susceptibles de ser cedidas.
El primer borrador del programa del PSOE no hizo mención a la culminación del Estado autonómico, pero Rodríguez Zapatero consideró que se imponía establecer un marco para su cierre. Esta postura es nueva entre los socialistas ya que en ningún documento interno se había reflejado esta tesis. Hasta ahora.
Otra de las innovaciones que recoge el programa electoral se refiere al apartado de la mujer, en el que se establece que "los extranjeros sobre los que pese una sentencia firme por malos tratos serán expulsados del país y no podrán ser admitidos de nuevo hasta diez años después". Este planteamiento se añade a la propuesta de "agilizar" los procedimientos de expulsión de los extranjeros en situación irregular, y en especial de los que delincan, mantengan conductas antisociales o alteren el orden y la seguridad pública.
También sufrió un cambio el punto referido al aborto, y aunque no se incluye la propuesta de aprobar una ley de plazos, como se planteaba en una decena de enmiendas, se refleja que el PSOE no será ajeno "al debate social", y velará por "la seguridad jurídica para los equipos médicos y para las mujeres" que interrumpan su embarazo, "cuya voluntad debe ser respetada dentro de los límites de la ley". Se mantiene la posibilidad de modificar la ley en vigor, pero con una redacción que no supone ningún compromiso en ese sentido, si bien tampoco cierra la puerta a esa contingencia.
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