

Secciones
Servicios
Destacamos
PPLL
Domingo, 17 de febrero 2008, 04:54
Cuando el Laudrup aceptó la oferta del Getafe tuvo que elegir un segundo entrenador y el designado fue un compañero suyo en el Barça, Luis Milla, futbolista que también militó en el Valencia. Forman un dúo perfecto.
Hay varios soportes sobre los que crear poesía. Está el papel, una pantalla de ordenador o sobre el césped. Pero ahí es muy fácil desnudar a los atrevidos. En el tapete verde se expresan los que saben, los artistas. El resto, hacen lo que pueden. Michael Laudrup (15/06/1964, Frederiksberg, Dinamarca) aprovechó las botas con tacos para componer obras ilustres. Ahí va una: "Un pase mirando al tendido". Otra: "El balón, al hueco imposible". Y, por último: "El regate croqueta. Un nuevo arte". Pero el maestro del fútbol ahora es un aprendiz del banquillo.
El danés dirige al Getafe, rival de hoy del Valencia en Mestalla. Es su primera experiencia en una competición de nivel. Tras su retirada como futbolista fue ayudante del seleccionador Morten Olsen y dirigió durante cuatro temporadas al Brondby. En España quiere hacer carrera. Tomó el legado que dejó Bernd Schuster y hasta ahora está cumpliendo las expectativas.
Sobre el terreno de juego destacaba por su habilidad, su visión de juego y su creatividad. En el banquillo hay una palabra que repite continuamente: respeto. Espera la misma consideración de sus jugadores que él les ofrece. Eso, y la búsqueda de un buen juego. Por supuesto que prefiere ganar que jugar bien, pero sabe que haciéndolo perfecto es más fácil que lleguen los triunfos. Es su filosofía.
Y es que ha bebido de buenas fuentes. Michael Laudrup admira a tres históricos del banquillo: Sepp Piontek, Giovanni Trapattoni y Johan Cruyff. El alemán -deslumbró con Dinamarca en el Mundial 86- era un genio de la mentalidad, el italiano -hizo grande a la Juventus de Turín- era todo carácter y el holandés -el mago del Dream Team- era el ideólogo de la fantasía futbolística. Su objetivo es aunar estas tres características.
Bien es cierto que como futbolista la cualidad que más destacó en él fue la exportó Cruyff. Mitos como Michel Platini han lamentado que Laudrup careciera del egoísmo que le hubiera convertido en una de las leyendas del fútbol mundial a la altura de gente como Maradona o Zidane. Pero él siempre ha insistido que le resultaba más placentero crear jugadas de gol para sus compañeros que marcar.
Ahora a quien quiere hacer triunfar es al Getafe. Empezó muy mal la temporada. No había manera de ganar un partido. Hacía un fútbol casi de lujo pero los tres puntos nunca se sumaban al casillero madrileño. Pero hubo tranquilidad. Ángel Torres, el presidente azulón, mantuvo la confianza en el danés a la espera de que su trabajo diera frutos. En el partido de la primera vuelta en Mestalla la afición salió maravillada. Vio ganar al Valencia y disfrutó con el fútbol getafense. Fue un equipo atrevido, muy ordenado y que jamás rifó el balón. Pero pecó de ingenuo y duchos en la categoría, como son los futbolistas del Valencia, lo aprovecharon para hacerse con el triunfo.
Pero el equipo aprendió rápido. Con un portero muy experimentado como Abbondanzieri, la línea defensiva destaca por su seguridad. En la media sobresalen Pablo Hernández -que volverá al Valencia-, De la Red y Granero. Pero sufre arriba. Le falta un goleador.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.