La policía decomisa 6.500 kilos de carne para kebabs en un almacén clandestino de Valencia

Decomiso y denuncias al establecimiento. La Policía Local de Valencia intervino ayer 6.500 kilos de carne "en un almacén clandestino" dedicado a la distribución para establecimientos kebab.

El local se encuentra en la calle Misericordia de Valencia, en el barrio de la Fuensanta. El almacén era "completamente ilegal", aseguraron. Además las instalaciones donde se guardaban las piezas de carne presentaban "condiciones insalubres".

Tras la actuación de la Policía Local no hubo detenciones, aunque sí que se interpusieron las denuncias administrativas correspondientes por carecer de todas las licencias necesarias para tener abierto al público un establecimiento de estas características.

La carne intervenida estaba preparada para distribuirla a otros establecimientos de la ciudad, según apuntó la Policía Local, y en el momento de la llegada de los agentes se estaba procediendo a la descarga de la misma en el citado establecimiento.

El local intervenido se encuentra en la planta baja de un bloque de viviendas y, tal como relata la Policía, no disponía de las condiciones con las que debe contar un establecimiento en el que se almacenan productos cárnicos.

De hecho, señalaron que no contaba con "licencia de apertura de local de almacén cárnica".

Condiciones insalubres

Los agentes que se desplazaron hasta la citada planta baja avisaron al personal del servicio de Sanidad Municipal del Ayuntamiento de Valencia.

Desde este departamento se levantó un acta porque el almacén donde se guardaba la carne "carece de registro sanitario y por las condiciones insalubres de la planta baja".

La intervención de ayer se enmarca en el capítulo de las inspecciones que habitualmente realizan los agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la Policía Local de Valencia. Responde a una "inspección rutinaria", si bien la Policía Local destaca que ayer dieron con el "camión nodriza" en el momento que estaba realizando el reparto.

El hecho de que la actuación policial tuviera lugar cuando se procedía a la descarga de la mercancía determinó que la cantidad decomisada fuera grande, pues habitualmente en el transcurso de las intervenciones rutinarias en asuntos de estas características "solemos coger unos 100 kilos o varias piezas", apuntan desde la Policía Local.

La actuación policial tuvo lugar alrededor de la una de la tarde y mientras agentes de la Policía Local inspeccionaban la panta baja, varios vecinos del barrio observaban la operación. Algunas vecinas aseguraron que el almacén desprendía "mal olor".

Hace exactamente dos años, en febrero de 2006, la Conselleria de Sanidad intensificó los controles sobre productos cárnicos en la Comunitat Valenciana tras haberse decomisado en Benidorm una importante cantidad de carne de pollo y de pato procedente.

Otras intervenciones

En aquella ocasión, el plan de inspección alimentaria perseguía comprobar que el producto cumpliese todos los controles sanitarios.

La intervención de esa carne llegó cuando la Policía observó una actitud sospechosa y procedió a inspeccionar la mercancía. El concejal de seguridad ciudadana de aquel momento relató que la mayor parte de los productos alimenticios estaban dentro de maletas. Estas valijas habían sido declaradas en la aduana del puerto de Valencia sin hacer referencia a productos alimenticios.

Tras lo ocurrido en Benidorm, Sanidad detectó anomalías en 20 restaurantes chinos de Alicante. Uno de ellos se cerró y al resto se les abrió expediente.

Con anterioridad a la intervención de la carne de pato y pollo en Benidorm, en la ciudad de Alicante Sanidad precintó un restaurante chino en 2004. La decisión llegó como consecuencia de que los agentes de la Policía localizaron en las proximidades del restaurante una importante cantidad de comida en la calle.

Esos alimentos estaban envasados y dispuestos para ser consumidos en el local. Además, los agentes también localizaron carne extendida en un tendedero, entre otros productos.

En esa ocasión las autoridad sanitaria confirmó que el establecimiento incumplía prácticamente todas las normas higiénico-sanitarias. Al parecer, se aireaba la carne en un patio trasero y las cámaras frigoríficas estaban oxidadas, entre otros incumplimientos.

No fue el único caso en Alicante. Un segundo establecimiento de las mismas carcaterísticas fue cerrado al comprobarse que incumplía la normativa y que se utilizaban cámaras frigoríficas que se encontraban en mal estado.