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MILAGROS LÓPEZ DE GUEREÑO
Martes, 4 de marzo 2008, 06:28
Las llamadas de teléfono entre los mandatarios de América Latina y los mensajes y comunicados de ida y vuelta son frenéticos tras la muerte del número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes, en un intento de atajar la crisis política que afecta a la región. Sin embargo, conforme pasan las horas suben de tono de las acusaciones. Colombia fue ayer el último, por ahora, en contraatacar, al acusar a Venezuela y Ecuador de mantener vínculos con las FARC, sostener que los contactos entre el mandatario venezolano, Hugo Chávez, y la guerrilla vienen de antiguo e implicaba una ayuda financiera de 300 millones de dólares (200 millones de euros al cambio) y de planear el derrocamiento de Álvaro Uribe.
El director de la Policía de Colombia, el general Óscar Naranjo, hizo ayer en una rueda de prensa la delicada denuncia basándose en los documentos encontrados en las tres computadoras y otros documentos que recogieron en el campamento donde murió el segundo hombre de las FARC. El alto mando reveló que tenían evidencias de que se tramaba un complot internacional para derrocar el gobierno del presidente Uribe, el principal aliado de Estados Unidos en la zona.
Explicó que los documentos revelaban el agradecimiento de Chávez a Reyes por haberle entregado unos 50.000 dólares de 1992, cuando estaba preso por liderar una asonada contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez. Naranjo indicó que en otra comunicación del Luciano Marín, alias a sus colegas en la guerrilla fechada en febrero pasado, habla del "financiamiento de Venezuela a las FARC por 300 millones de dólares".
El militar dijo que su país permitirá que expertos internacionales revisen las computadoras para certificar la autenticidad de los documentos que mencionó como pruebas. Este ataque contra Hugo Chávez se produce en un momento de gran tensión entre ambas naciones vecinas.
Bogotá dijo la noche del domingo tener pruebas sobre los vínculos del gobierno de Rafael Correa con las FARC. Supuestamente, un ministro ecuatoriano habría pedido a la guerrilla un gesto, concretamente la entrega a Ecuador del cabo Pablo Emilio Moncayo, secuestrado hace diez años, para reforzar internacionalmente la imagen del presidente, quien a cambio habría prometido retirar de la frontera a los altos mandos militares más duros con la guerrilla.
La nueva acusación colombiana se produjo cuando los ánimos estaban realmente exaltados especialmente con Ecuador, que retiró a su embajador, ordenó la salida inmediata del representante colombiano en Quito, y reforzó más la frontera común. Chávez, por su parte, también cerró la Embajada, lo que en la práctica representaría la ruptura total de relaciones diplomáticas, y por el principio de reciprocidad, Colombia debería hacer lo mismo con la suya, aunque todavía no se ha pronunciado al respecto.
Quienes han hecho un llamado a la prudencia y la cordura son algunos de los gobiernos de la zona. El brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, mantuvo conversaciones con varios de sus colegas para tratar de frenar la crisis que va galopando.
La presidenta chilena Michelle Bachelet, señaló que Colombia le debe una explicación a Ecuador "y al conjunto de la región" por violar su soberanía, circunstancia que primero negó y luego tuvo que confirmar.
Francia por su parte, se mostraba preocupada por la suerte de los rehenes en manos de la guerrilla y en especial por la de Ingrid Betancourt, porque reconocía que su principal contacto para lograr la liberación de la franco-colombiana era el fallecido Raúl Reyes.
El líder cubano Fidel Castro culpó a Estados Unidos de que se escuchen "con fuerza" las "trompetas de guerra" en Colombia , Venezuela y Ecuador. "Se escuchan con fuerza en el sur de nuestro continente las trompetas de la guerra, como consecuencia de los planes genocidas del imperio yanqui. ¡Nada es nuevo! ¡Estaba previsto!", dijo Castro.
Una comisión del Gobierno ecuatoriano recorrió ayer la zona del ataque. Los detalles que recogieron hablan de una matanza en el campamento de las FARC. Encontraron tres jóvenes guerrilleras heridas, 15 cadáveres y huellas de un bombardeo. Tres computadoras y otros documentos, ya estaban a buen recaudo en Bogotá. El director de la Policía colombiana aseguró que las FARC han adquirido 50 kilos de uranio, según datos hallados en el ordenador de Raúl Reyes. Naranjo sostuvo que la adquisición de la sustancia "significa que las FARC están dando pasos fundamentales en el mundo terrorista para inscribirse como un gran agresor internacional, global".
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