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Vida y Ocio

Las huellas de Vicent Doménech siguen vivas en esculturas y lienzos

E. P. R.

Sábado, 5 de abril 2008, 03:12

Era un pobre palleter, uno de cientos de trabajadores anónimos del campo, pero se convirtió en icono de la sublevación valenciana contra el francés, como se conocía popularmente al ejército galo que avanzaba por tierras españolas.

Vicent Doménech vivió su momento de gloria el 23 de mayo de 1808, cuando logró mover tras su improvisado estandarte y con su declaración de guerra a Napoleón a cientos de valencianos y, con ellos, a las autoridades.

¿Pero qué fue del anónimo palleter después de ese día? Su anonimato precisamente favoreció que sus posteriores hazañas quedaran silenciadas. Se cree que combatió junto a muchos otros valencianos contra el ejército francés. Si murió o no defendiendo Valencia es un misterio.

Lo que sí se sabe es que nació en Paiporta en 1783. Su infancia no fue fácil. A los ocho años queda huérfano de padre y madre y es acogido por unos familiares que vivían en Patraix. En mayo de 1808, tenía 25 años y se dedicaba a vender pajuelas en la plaza de les Panses.

Entonces no podía ni imaginar que, años después, todo un artista como Joaquín Sorolla se inspiraría en su figura para pintar, en 1884, el cuadro El Crit del Palleter, que le permitió al pintor gozar de una pensión -concedida por la Diputación de Valencia- para viajar a Roma.

Vicent Doménech sigue vivo también en las calles de Valencia. Junto a las Torres de Quart, bastión importante en la defensa de Valencia, se alza la estatua de bronce realizada en 1901 por Emilio Calandín en homenaje a ese héroe anónimo.

Además el palleter es una figura que, gracias a Vicent Doménech, se ha utilizado reiteradamente a lo largo de la historia como símbolo de insumisión del pueblo llano, especialmente en frente de los poderosos y de las injusticias.

Su nombre identifica a una calle de Valencia, situada en la Pechina. A ese barrio pertenece también una comisión fallera que hace de esta profesión su nombre: la falla Palleter-Erudito Orellana.

Doscientos años después la figura de Vicent Doménech todavía se recuerda, aunque será la primera vez que se escenifique el momento. En años anteriores se han celebrado ofrendas florales y realizado disparos en honor del primer valenciano que le declaró la guerra a Napoleón.

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