La 'marea naranja' invade Madrid

El rojo oficial de Madrid fue perdiendo su tonalidad hasta convertirse en naranja. Este color tomó ayer la capital de España. La plaza Mayor, la puerta del Sol, el paseo de la Castellana, los centros neurálgicos de la capital de España, se asemejaban por momentos a los alrededores de Mestalla. Aficionados del club blanquinegro se dejaban notar. El ¡Amunt! que con tanto estilo gritó Joaquín en el anuncio de Estrella Damm resonaba sin cesar. Al mediodía ya eran legión. Fueron los primeros en llegar tanto en tren como en coches particulares. Los había de todas las comarcas valencianas y los había vestidos de la forma más diversa. Unos llevaban una camisa con la Senyera, otros lleveban la enseña regional como pantalón, otros con la elástica conmemorativa de la final y los más con la camiseta naranja del equipo.

Por cualquiera de las entradas a la plaza Mayor accedían seguidores valencianistas. Con banderas y bufanda se arremolinaban en el centro del coqueto enclave de la ciudad. La cosa se animaba. El himno del club, cánticos como "esta es la afición del Valencia campeó" y el "Amunt Valencia, visca el Valencia, es el millor" acallaba el sonido que emitían los grupos callejeros. Y, cómo no, las tracas. Japoneses, ingleses y madrileños miraban asombrados, y algunos con cara de miedo, como los petardos resonaban. También, entre los momentos de alegría, se escuchaba un "Koeman, vete ya". Está claro que el holandés no ha calado entre la afición de Mestalla.

Conforme avanzaba la tarde la fiesta se iba trasladando hacia el parque de San Isidro, a escasos 500 metros del estadio Vicente Calderón. Allí se habían preparado unas carpas para atender a los más de 20.000 seguidores valencianistas que viajaron para animar a su equipo. Música, fiesta, animación. Todo era poco para una afición animosa de volver a casa con la séptima Copa del Rey en el bolsillo. Otros, antes de encaminarse hacia el estadio, se dedicaron a ver los infinitos monumentos de Madrid y los espacios singulares.

Atascos en la A-3

La autovía A-3 Valencia-Madrid registraba desde esta mañana retenciones que por la tarde alcanzaban los seis kilómetros en sentido a la capital de España en el término de Siete Aguas, entre los puntos kilométricos 306 y 311, como consecuencia de unas obras de reasfaltado. La autovía soportaba una intensa circulación desde primeras horas de la mañana de hoy como consecuencia de los miles de aficionados valencianistas que acudían a Madrid en los más de 140 autobuses o en sus vehículos particulares para presenciar esta noche en directo la final de fútbol de la Copa del Rey.

En autobús hacia Madrid

Los primeros diez autobuses repletos de aficionados se concentraron en la fachada del estadio valencianista que recae en la avenida Aragón y cerca de quinientos seguidores partieron esta mañana hacia la capital.

Los cientos de seguidores valencianistas no pasaron desapercibidos y desde primera hora de la mañana, y ataviados con complementos alusivos al Valencia como gorras, bufandas y banderas, no pararon de cantar, corear el nombre de su equipo e incluso de lanzar petardos.

Esta previsto que más de 20.000 aficionados del Valencia se desplacen a Madrid en los 140 autobuses, cinco trenes y dos aviones, además de en coches particulares para presenciar la final de la Copa del Rey.

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