Un juez de Alzira deja libre a un acusado de abusar de tres niños durante un año

Tres familias de la Ribera están pasando horas de amargura e indignación a causa de una decisión judicial. El titular del juzgado número 2 de Alzira dejó ayer en libertad provisional a J. E. S. V., de 50 años y residente en Cullera. Está acusado de abusos sexuales a tres menores, dos de 10 años y uno de 13, durante aproximadamente un año.

Estos supuestos abusos se produjeron inicialmente sobre dos de los niños y, siempre según su versión, a partir de marzo del pasado, en el seno de un club sociocultural de Alzira. El sospechoso aseguraba a los menores que había sido voluntario de una organización humanitaria para cuidar de ellos y, posteriormente, realizaba supuestamente los abusos que le imputan. También incluyeron presuntamente la toma de fotografías.

El tercero de los afectados sufrió los supuestos abusos en el domicilio del hombre, después de que se le acercara cuando el menor estaba en la feria de atracciones alcireña.

Doce meses después de que comenzara todo, en marzo de este año, uno de los menores no pudo más y se lo contó a su madre. A partir de ahí, se ataron cabos y se descubrieron los otros dos casos.

El juez dictó un primer auto el pasado 4 de marzo en el que justificó así que no decretara la prisión provisional: "El imputado tiene arraigo y familia, sin que exista riesgo de fuga, procediendo asimismo a indagar más en la veracidad de las denuncias, referidas a hechos acaecidos a lo largo de un prolongado espacio de tiempo sin que hubieran sido objeto de anteriores denuncias".

El padre de uno de los menores explicó que de tres de ellos declararon la pasada semana ante el juez y un segundo no pudo hacerlo al sufrir una crisis de ansiedad, mientras que la madre del tercero no denunció los hechos. Ante esta situación, el abogado que representa a los dos menores denunciantes pidió al juez que citara de nuevo al imputado para pedir su ingreso en prisión.

Sin embargo, el juez, en la resolución de ayer mantuvo la misma situación del acusado que la dictada en marzo, en la que también estableció una orden de alejamiento de 2.000 metros de distancia. Impuso al sospechoso la obligación de comparecer en el juzgado los días 1, 8, 15 y 22 de cada mes, "dada la gravedad de los hechos y los perjuicios psicológicos sufridos por las víctimas, derivados de su corta edad". El acusado reiteró, en su comparecencia de ayer en los juzgados de Alzira, su inocencia en todos los cargos de abusos que le imputan.

El abogado de dos de las tres víctimas, Francisco Davó, justificó su solicitud de prisión para "proteger a los niños que defiendo" y también para "intentar impedir que vuelva a repetirse esta situación, aunque sea en otras poblaciones". "Existe un notorio peligro de reiteración", añadió el abogado.