Venta de coches en plena calle
Los propietarios burlan la ordenanza municipal que prohibe los carteles de 'se vende' en vehículos
L. V.
Lunes, 21 de abril 2008, 05:07
los propietarios de vehículos burlan la ordenanza municipal que prohibe la venta de coches en plena calle y siguen exhibiendo carteles en los que ofrecen sus turismos a la venta. Eso, y a pesar de que la venta no sedentaria de coches fuera de un establecimiento comercial puede ser objeto de sanción por parte del Ayuntamiento si se realiza sin disponer de la preceptiva autorización municipal.
Atrás quedan las primeras multas que impuso el Ayuntamiento de Alicante hace cuatro años de 90 euros cada una dirigidas a titulares de vehículos que fueron localizados por agentes de la Policía Local portando el cartel de "se vende" y la referencia de teléfonos de contacto con los interesados. Ahora, raro es el barrio en el que no encuentras algún vehículo con el cartel de "Me vende. En buen estado. Año 2000. 75.000 kilómetros..." o algún otro similar.
En la ordenanza municipal que aprobó el pleno del pasado mes de marzo referente a la venta y realización lucrativa de otras actividades en la vía pública queda clara la prohibición de vender vehículos en la calle. Así el apartado cuatro del artículo 5 de dicha ordenanza explica que queda expresamente prohibida la exposición de vehículos en la vía pública con el objeto de promover su venta, acompañados de carteles, letreros u otros elementos indicativos de su precio, teléfono, dirección u otro medio de contacto, al margen de que estén bien estacionados.
Aún así, y a pesar de que se trata de una infracción grave y que puede ser castigada hasta con 1.500 euros de multa, los alicantinos siguen recurriendo al método de publicitar coches en la calle para su venta. Muchos de ellos aluden al desconocimiento de la norma para seguir publicitando una venta, que no está autorizada por el Consistorio.
Sin embargo, según han denunciado los vendedores de vehículos, la mayoría de las veces y la gran parte de la oferta responde a redes organizadas que utilizan este sistema de venta para evitar pagar impuestos.
Desde 1.000 euros
Las primeras perjudicadas por la venta de coches en la calle son las empresas concesionarias que tienen un local y por lo tanto pagan el impuesto de ventas y el IVA, al tributar como cualquier sociedad mercantil. La oferta es muy variada: el abanico abarca desde transportes en buen estado y de gama media alta, hasta otros más antiguos de categoría inferior que se venden por poco más de mil euros. Debido a estos precios tan económicos, este comercio está dirigido principalmente a personas que necesitan un coche de manera urgente, pero que no pueden desembolsar más de mil euros, según explican comerciantes del sector afectados por esta práctica y que reclaman más dureza al Ayuntamiento de Alicante.
En la ciudad de Alicante, la zona de San Blas, La Florida o la Gran Vía concentran la mayoría de la oferta de coches usados que usa la calle como escaparate. En Villena, se ha aprobado recientemente una ordenanza que contempla multas de hasta 750 euros por realizar esta práctica en el municipio.
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