El festival Viña despega con fuerza

Más de trescientas tiendas en la zona de acampada y un auténtico fluir de gente en la zona del Festival Viña 2008. Unos iban llegando y otros se acababan de instalar. "Llegamos el miércoles a las cinco de la tarde y por eso estamos en primera línea de acampada. Somos cuatro amigos que hemos acabado el curso y venimos a pasarlo bien", explicó Eduard Isnard, procedente de La Garriga (Barcelona).

Para combatir el calor en la zona de acampada los jóvenes consumen cerveza. Aunque son muchos los que coinciden en resaltar que en Paiporta se ha hecho bien la instalación de unas mallas que protegen del sol las tiendas, Joan Martí resaltó que hace "mucho calor, pero se agradece que hayan pensado en montar estos toldos".

Los grupos de amigos iban llegando y unos reservaban a otros el lugar. "Montamos las tiendas a las 15.30 del miércoles y para combatir el calor vamos a ir a la playa que nos han dicho que esta cerca", explicó Amelio Femení.

Muchos asistentes coincidieron en resaltar que lo más esperado es el concierto de Extremoduro, "que ha salvado el cartel", manifestó un joven. Otra chica resaltó que ella venía al Viña sólo para la actuación del grupo gallego. "Es muy difícil ver a Extremoduro en Valencia y yo vengo expresamente de Murcia a verlo", explicó Sandra Santolaria.

El concierto de Extremoduro tenía previsto comenzar al cierre de esta edición.

El festival "está mal montado. Las tiendas no están cerca de la zona de conciertos. Los baños están muy lejos de la tiendas de acampada y hay pocos. Y lo más chocante es que sólo tengamos cinco horas para ducharnos, tres por la mañana y dos por la tarde", manifestó Eric Echevarría.

El público asistente al Viña también se quejó de que tan sólo exista una entrada a la zona de acampada y que los coches los tengan que dejar muy alejados de la zona", matizó Humberto Echevarría.

Los organizadores de Viña no ponen impedimento para que los jóvenes entren al recinto de la acampada la comida y bebida que deseen, pero a la zona de conciertos no se permite entrar bebidas o envases porque la empresa de seguridad obliga a los jóvenes que se deshagan de las bebidas.

La gente que ayer llegaba al festival de Paiporta venía de Barcelona, Castellón, Murcia, Almería, Alicante, Cádiz y de Villarrobledo.

Una cosa era observar el ambiente de dentro, que está conformado por gente joven, y otra cosa era ver el ambiente de fuera, donde son muchos los curiosos y residentes que se asombran del despliegue que conlleva el festival de música.

Los organizadores controlaban el perímetro de acampada para que nadie pueda saltar las vallas pero, pese a la vigilancia, algún que otro joven se ha colado en este recinto.