

Secciones
Servicios
Destacamos
L. L.
Sábado, 12 de julio 2008, 05:11
Los caminos del Señor son inescrutables. Eso es al menos lo que pensarán muchos teólogos o estudiosos de las religiones después de haber leído estos días en los medios de comunicación la polémica sobre el acceso de la mujer al ministerio del obispado en la Iglesia anglicana de Inglaterra.
Este tema tan espinoso no es nuevo, no es la primera vez que se plantea en el seno de la Iglesia, pero una cosa es debatir -tal como ha ocurrido hasta ahora- y otra muy distinta es decidir, votar o aprobar.
En esta ocasión la controversia se sitúa geográficamente en Inglaterra, donde el pasado lunes el sínodo de la Iglesia anglicana votó sobre este asunto y abrió el camino para que las mujeres alcancen el obispado.
En España los 'ecos de actualidad' también han llegado y no son pocos los comentarios en contra que han surgido, principalmente en la Iglesia católica, o a favor, como en la Iglesia anglicana de España o la Iglesia Evangélica Cuadrangular.
Entre los que han interiorizado esta noticia como algo lógico se encuentran precisamente los anglicanos españoles. El obispo anglicano en Madrid, Carlos López Lozano, asegura que en España "existe la posibilidad de que la mujer acceda al ministerio ordenado de diácono, presbítero u obispo desde hace ya 18 años, otra cosa es que no se haya planteado el caso".
Para conocer el origen de la polémica, este obispo apunta que hace ya 20 años, "en la Conferencia de Lambeth los obispos anglicanos aprobaron recomendar a las iglesias anglicanas de todos los países el acceso de la mujer al ministerio ordenado. En el caso de España, sólo dos años después de esta conferencia, ya se siguió esta recomendación", explica.
De hecho, en España del total de 22 sacerdotes anglicanos, dos son mujeres y, además, hay dos mujeres diácono. "En Madrid hay dos mujeres presbítero y una diácono, y en Barcelona hay otra diácono", añade López Lozano.
En Inglaterra -tal como prosigue- "no se asumieron los tres órdenes (diácono, presbítero, obispo) en una única fase, se hizo de forma progresiva y, hasta el momento, se aprobó el acceso al diaconato y al presbiterado y faltaba al obispado, que es lo que el sínodo anglicano de Inglaterra está sometiendo a votación", argumenta.
También acoge con normalidad el hecho de que las mujeres lleguen al ministerio del obispado porque en iglesias anglicanas de EE. UU., Australia y Canadá ya es una realidad desde hace años. "En todo el mundo hay 14 mujeres obispo de la Iglesia anglicana", asegura.
López Lozano indica que la Iglesia anglicana es democrática y el sínodo es el que elige. Esta idea es relevante a la hora de tener en cuenta las informaciones que se recogían estos días en los medios de comunicación que afirmaban que esta decisión podía chocar con los sacerdotes anglicanos que en sus iglesias no aceptaran la orden de una mujer obispo.
Según el obispo anglicano de Madrid esta polémica no debería de existir. "Somos una iglesia plural y tolerante y, por ejemplo, en España ya está previsto que si un sacerdote, por motivos de conciencia, no quiere tener a mujer obispo, la iglesia anglicana de ese país donde se plantea la situación, facilitaría otro obispo distinto para supervisar esa parroquia. Y lo mismo se está previendo en Inglaterra".
En la Comunitat Valenciana, el sacerdote anglicano de la iglesia de San Pablo de Alicante, John Dixon, se muestra a favor del nombramiento de mujeres obispo, pero explica que debería ser "una decisión local de la comunidad, no por imposición, tal como temen algunos sacerdotes anglicanos de Inglaterra".
Dixon indica que la Iglesia anglicana de Inglaterra "debe entender también estas situaciones y aceptar la diversidad, respetar la libertad de conciencia de aquellos que no quieren tener una mujer obispo".
En Valencia, el sacerdote anglicano Antonio Andrés Puchades también lo ve positivo e indica que era "una cosa que tenía que ocurrir porque se ha producido ya hace mucho tiempo en otras naciones. De hecho, yo ejercí muchos años en Salamanca y conocí a varias mujeres obispo de EE. UU. y Canadá".
Desde la Iglesia católica española en Valencia, no se recibe de igual modo la noticia y las opiniones también están muy bien fundamentadas. Vicente Sastre, de la comisión diocesana de ecumenismo, cuestiona en primer lugar que la mayor parte de disciplinas o decisiones se tomen mediante votación. "En la Iglesia debe prevalecer el principio de comunión, no el de votación".
En segundo lugar, dice que para la Iglesia la autoridad es un don, no una decisión arbitraria y recuerda que Benedicto XVI "ya le ha dado a entender al arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, que existe un documento ecuménico que recoge el acuerdo de la Iglesia católica y anglicana sobre cómo organizar la forma de tomar decisiones".
Sastre comenta que discusiones como la de permitir que personas homosexuales puedan optar a obispos ya han traído problemas serios, de posible división, en Inglaterra.
Otra argumentación aportada es que el término obispo no hay que confundirlo con un cargo o puesto oficial. "Ser obispo es representar a Jesucristo en el principio de unidad y caridad y no se puede poner al mismo nivel, por ejemplo, de ser nombrado gobernador". En opinión de Sastre es un don, no un cargo.
Además, añade, "la Iglesia se mueve por el criterio de simbología del cuerpo de Cristo y esto lleva consigo que Jesús fue varón".
En último lugar, afirma que un tema de tal envergadura "no se puede decidir de hoy para mañana. Se trata de cuestiones que se deben madurar, como en caso de la Iglesia católica en los concilios, que se han producido a lo largo de la historia cada cien o doscientos años". Sastre apunta que el fondo de la cuestión no es estar a favor o en contra, "porque no se debe basar en una discusión, sino en una búsqueda de evidencias y de comprobar con el tiempo la voluntad de Jesucristo sobre su Iglesia".
Mucho que decir
Las mujeres españolas creyentes también tienen mucho que decir. De hecho, desde la organización La Unión de Mujeres Católicas de Valencia, su presidenta, María del Carmen de Osés, opina que el Señor "no consagró ninguna mujer obispo o sacerdote y los Apóstoles fueron hombres". Esto, según María del Carmen de Osés, no quiere decir que no se valore el papel de la mujer. "De hecho, hombres y mujeres son complementarios".
También indica que, independientemente de la polémica de las mujeres obispo, "la mujer en la Iglesia todavía tiene muchas etapas por quemar. Podrían tener más relevancia en puestos del obispado y del Vaticano con tareas de administración y de consulta como grandes teólogas y pensadoras que tenemos". Este colectivo cree que la mujer puede aportar todavía mucho en la Iglesia, sin la necesidad de entrar en la discusión de las mujeres obispo.
Desde Cataluña, y dentro de la Iglesia católica, agrupaciones como Col.lectiu de dones en l'Església, en cambio, no lo ven como algo negativo. "Nosotras estamos conformes. De hecho, pensamos que es muy importante que la paridad hombre/mujer llegue a la Iglesia católica", detalla Monserrat Biosca, presidenta de esta entidad catalana.
Comentan que debería existir esa posibilidad, "quien quiera serlo por qué no debe tener esa opción". De hecho, explican que están formando a mujeres, "para poder despertar en ellas la sensibilidad de optar a puestos de responsabilidad. Tenemos ya muchas mujeres teólogos muy bien preparadas y en el sur de Francia conocemos a varias mujeres sacerdotes esto debería de ser normal", concluye Monserrat Biosca.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.