Enfermedades olvidadas como tuberculosis, malaria y mal de Chagas resurgen en la Comunitat

Viajes de turismo o trabajo a cualquier parte del mundo, la llegada de inmigrantes desde los países más diversos y la falta de aplicación de medidas de profilaxis han acercado a la Comunitat enfermedades hasta ahora desconocidas en estas latitudes y facilitado el regreso de patologías que en algún momento convivieron con los valencianos, pero el tiempo y los avances las habían mantenido controladas y casi olvidadas.

Hace apenas 10 días se detectó un brote de tuberculosis, enfermedad que estaba muy acotada, con siete afectados en una guardería de Valencia. A ellos se suman pacientes que a lo largo de los últimos años han acudido a centros sanitarios valencianos afectados por enfermedades importadas o reemergentes como mal de Chagas, malaria, sífilis o gonorrea, según datos facilitados por distintos especialistas.

No todo acaba ahí. Los médicos temen que puedan surgir o resurgir más patologías. "En una sociedad globalizada cualquier tipo de enfermedad que sea de incubación larga puede llegar", apunta el doctor Enrique Ortega, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital General de Valencia.

En opinión de este experto, los especialistas y, por tanto, la red sanitaria pública "deben estar preparados porque el traslado de población puede traer nuevas enfermedades". Pese a esta llamada de atención insiste en que no "estamos ante un problema de salud pública".

El doctor Carlos Paredes, jefe de Pediatría del Hospital Clínico, apunta que "dengue, fiebre amarilla, hepatitis A o tifus" son problemas de salud que podrían acercarse a la Comunitat como consecuencia de los continuos movimientos de población. Asegura que aquí ya no se "vacuna contra la hepatitis A porque ya no hay, pero si se viaja a algún país donde existe es posible contraerla".

En la Comunitat los primeros casos de mal de Chagas se presentaron a finales de 2005. Ahora sólo en el Hospital General de Valencia se lleva el seguimiento de "unos 100 pacientes", apunta Ortega.

Esta enfermedad es una de las importadas. "Aquí no puede contraerse", asegura. La infección sólo se produce en países tropicales donde habita el insecto que la transmite por picadura, la vichuca. Sí que se transmite por transfusión sanguínea y por una mujer a su hijo durante el embarazo.

Control en bancos de sangre

"Estamos diagnosticando casos de mal de Chagas a través de un programa con mujeres embarazadas que llegan de otros países. Además, los bancos de sangre hacen las pruebas para despejar estos casos", explica el doctor Ortega.

Este mal "si no se aborda de inmediato puede conducir a cardiopatías graves y ocasionar la muerte", señala Fernando Bonilla, jefe de la Unidad de Ginecología del Hospital Clínico. "En los dos últimos años en este hospital hemos diagnosticado unos 30 casos en mujeres que dan a luz aquí", concluye.

Cuando se localiza a una mujer embarazada infectada, se inicia el seguimiento. Llegado el nacimiento del niño, este "pasa a la unidad de pediatría porque si se detectan los casos desde el inicio, pueden tratarse", añade Bonilla.

El dengue es otra de las enfermedades importadas de las que la unidad que dirige el doctor Ortega diagnóstico "dos casos el año pasado". Esta también es propia de otras latitudes. "En principio no se diferencia de una gripe", pero dependiendo de su gravedad puede ocasionar fuertes hemorragias.

Los facultativos valencianos también han detectado personas afectadas de malaria, patología que en algún momento de la historia convivió con los valencianos, pero de la que ya no se conocían afectados. El año pasado hubo 19 ingresos por esta causa en la unidad del doctor Ortega. La Conselleria de Sanidad asegura que se declararon 58 casos.

"El 50% de la malaria que diagnosticamos y requiere ingreso se da en turistas que han viajado a países donde la enfermedad es endémica", señala el especialista del Hospital General.

También se dan casos entre personas de origen extranjero que llevan "varios años viviendo en España y regresan a su país por una temporada. Puede ocurrir que hayan perdido el recuerdo inmunológico y contraigan la enfermedad".

Prevención adecuada

La Conselleria de Sanidad apunta que la malaria se "puede prevenir y es curable. Los casos detectados se han mantenido estables en los últimos años". El doctor Ortega sostiene que la "incidencia se atempera. Está calando emprender viajes de turismo con la profilaxis adecuada. Hay que prevenir las enfermedades cuando nos trasladamos a otros sitios".

El especialista insiste en que el mal de Chagas, la malaria o el dengue no pueden contraerse en la Comunitat, "llegan de fuera, porque 'no existen los vectores -insectos- que las transmiten".

Hay teorías sobre el cambio climático que apuntan la posibilidad de que si "sigue adelante, nos convertiremos en zona tropical. Si ocurre, podría darse el caldo de cultivo para enfermedades tropicales. Pero de momento no existen los vectores", según Ortega.

La tuberculosis es otra de las patologías reemergentes que atienden los facultativos. Los siete casos detectados hace unos 10 días llegaron precedidos por otros brotes en el año 2006. ¿Qué ha ocurrido para que esta afeccción de la que sólo hablaban los mayores haya recuperado vigencia?

El jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital General desvincula su incidencia de los movimientos de población: "Aquí siempre hemos tenido tuberculosis".

Carlos Paredes coincide en esa apreciación y explica que en "la etapa inicial del Sida, por los años 90, hubo más casos porque esta enfermedad tiene cierta asociación con el sistema inmunológico".

En la misma línea se pronuncia el anestesiólogo y representante del sindicato CESM Ricardo Llevata. "No es una enfermedad importada. La tuberculosis la hemos tenido siempre, pero estaba muy controlada. Con la aparición del Sida se vieron casos aislados".

El jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital General destaca que a la hora de estudiar la incidencia de la afección ocasionada por el bacilo de Koch hay que tener en cuenta que en España "es entre cuatro y cinco veces mayor que en el resto de Europa". Pese a ello puntualiza que la prevalencia "se ha atemperado".

Según los datos de la Conselleria de Sanidad se ha conseguido estabilizar la tendencia creciente. Así, mientras en 1998 se detectaron "24 casos por cada 100.000 habitantes, la tasa de 2007 se situó en 14 afectados".

Entre las patologías emergentes los facultativos incluyen sífílis y gonorrea, enfermedades de transmisión sexual que según el doctor Ortega "han aumentado" y no guardan relación con los movimientos de población. El pediatra Carlos Paredes asegura que las que más han aumentado son "las infecciones por el virus del papiloma". La recomendación de los especialistas es clara: "Incrementar la profilaxis".

Varón, entre 31 y 35 años es el perfil, a grandes rasgos, de las personas diagnosticadas con una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS). No obstante, según datos de Sanidad, en los últimos años está aumentando el número de mujeres afectadas por la sífilis (31% del total de diagnósticos en 2006).

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