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JUAN MIQUEL
Domingo, 10 de agosto 2008, 04:29
La fábrica de papel Payá de Mislata ha obtenido un permiso relacionado con su situación medioambiental que le permite seguir en sus actuales instalaciones. De esta forma, por el momento, se evita el traslado que numerosos vecinos han venido solicitando en los últimos años tras quejarse de las molestias que les ocasionaba y al que el Ayuntamiento se ha mostrado favorable.
El Consistorio ha contestado al escrito del Síndic de Greuges, donde se recomendaba el traslado de la fábrica de papel situada en la calle San Antonio, que "la citada empresa cuenta desde el pasado mes de mayo con la autorización ambiental integrada concedida por la Dirección General del Cambio Climático, dependiente de la Conselleria de Medio Ambiente."
Dice también el Consistorio en dicha comunicación que "la recomendación de la Sindicatura de Greuges debe dirigirse a la Conselleria de Medio Ambiente, pues es la misma quien impone las medidas correctoras para eliminar la contaminación atmosférica, evitar los ruidos, vertidos y tráfico de camiones."
El Ayuntamiento tiene la "voluntad política" de que la empresa dedicada a la fabricación de papel se traslade fuera del casco urbano "lo más rápidamente posible". De hecho, el concejal de Urbanismo, Vicente García, ha revelado que en los últimos meses "hemos mantenido varias reuniones y les hemos hecho saber la intención de llegar a un acuerdo, si bien es cierto que se trata de un traslado complejo y, sobre todo, muy costoso".
A continuación, el concejal de Urbanismo anuncia que está previsto en esta legislatura aprobar una modificación del Plan General de Ordenación Urbana para cambiar la calificación de los terrenos y servir de base para un futuro acuerdo de traslado de Payá. Además, en el último programa electoral del PP figuraban tales intenciones.
Hasta que ese acuerdo se concrete, el Ayuntamiento seguirá vigilando que la actividad de la empresa "se desarrolle dentro de los condicionamientos y límites establecidos en la autorización ambiental integrada que les fue concedida el pasado 21 de mayo", según ha dado a conocer el alcalde, Manuel Corredera.
EUPV ha recordado por medio de su portavoz, Salvador García, que fueron la única fuerza del Ayuntamiento que votó en contra de la ampliación de la licencia de actividad de la empresa hace tres años "porque siempre hemos pensado que la continuidad de esta industria en el núcleo urbano, junto a dos centros escolares, es un anacronismo".
Recordó este portavoz que su formación política se mostró contraria cuando en el 2005 el Ayuntamiento decidió informar favorablemente la concesión de la licencia municipal de apertura para ejercer la actividad de ampliación de esta industria.
El portavoz socialista, Miguel Merenciano, ha recordado que el PSPV celebró una asamblea para tratar este punto, dada su importancia, acordando que "sólo aceptaban la ampliación de la actividad industrial en la parte referente a conseguir un aumento en la seguridad y una disminución de las molestias a los vecinos".
Miguel Merenciano, ante el escrito del Síndic de Greuges, manifiesta el apoyo incondicional a las recomendaciones del mismo y apoya la petición vecinal de traslado de la industria a la zona industrial instando al Ayuntamiento a que inicie con carácter de urgencia las negociaciones para una salida programada de la industria del casco urbano.
Cabe citar también que las asociaciones de padres de alumnos de los colegios Amadeo Tortajada y Jaime I, cercanos a esta fábrica, consiguieron más de un millar de firmas y realizaron una manifestación en 2006 ante el ayuntamiento pidiendo el traslado de esta empresa a un polígono industrial, quejándose por el ruido, entre otros problemas.
Traslado costoso
La citada fábrica se estableció en Mislata tras la guerra civil española en la calle de San Antonio, donde antes había un molino de arroz. Tiene un ritmo de producción de 24 horas al día durante todo el año, por lo que cualquier opción para su traslado acarrearía una interrupción del proceso de fabricación de fuertes costes.
Las obras de remodelación de la mencionada fábrica comenzaron el pasado año, tras la firma de un convenio entre el Ayuntamiento y la empresa, una vez aprobado por el pleno del Consistorio mislatero un Plan de Actuación Integrada (PAI) a finales del 2005 con el consenso de PP y PSPV, votando en contra EUPV.
La actuación urbanística presentada por la propia empresa y aprobada por el Consistorio permitirá a la ciudad hacerse con la propiedad de la parte trasera de las instalaciones para construir allí una gran zona verde.
Asimismo, en esta zona, junto a la actual valla, la empresa construirá una pantalla acústica natural gracias a la plantación de una gran hilera de árboles de considerables proporciones para reducir cualquier molestia que los trabajos industriales pudieran provocar a la ciudadanía.
Chimenea histórica
El programa citado incluye también la apertura total del callejón anexo a la fábrica para convertirse en una calle más del renovado entorno que se le pretende dar a la zona, y que incluirá también el embellecimiento de la histórica y protegida chimenea de Payá. Recoge el PAI también varias reformas en sus instalaciones, como el caso del traslado de una problemática caldera o la rehabilitación de la fachada para imprimirle una imagen modernista.
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