La incorrección de la corrección

Ahora resulta que ponerse cara de chino con los dedos es racista. Una foto publicitaria donde aparecen quince jugadores del equipo de baloncesto español rasgándose los ojos simulando ser chinos ha provocado un aluvión de críticas. Lo más estupendo y moderno de la cuestión es que el guiño cariñoso a China se ha tomado como un gesto de burla.

Hace poco le tocó le turno a la película , la nueva comedia de Ben Stiller, donde interpreta a un actor de pocas luces que pretende ganar un Óscar interpretando a un retrasado. La Asociación Americana de Gente con Discapacidades (AAPD) dijo en un comunicado que se unía a otros grupos afines para exhortar a un boicot de la película. Y varios manifestantes alzaron su voz en el estreno en Los Ángeles, cuando el actor y director Ben Stiller se paseó por la alfombra roja. Para que nos entendamos: esto es lo que sucede cuando alguien quiere vendernos una comedia donde llama subnormales a los discapacitados psíquicos.

Pero no se vayan que aún hay más. La última rabieta se ha dirigido contra un anuncio protagonizado por el popular MA de la serie de televisión . En un polémico spot publicitario aparece armado con una ametralladora que escupe chocolatinas Snickers, la barra hipercalórica de Mars, a un deportista que practica marcha atlética con un deje amanerado. A la vez que le dispara, le grita que es una desgracia para la raza humana y que lo hará correr como un hombre. Y, espoleado por el tiroteo de barritas de cacao y nueces, el presunto gay emprende la fuga a un trote mucho más heterosexual. La presión del colectivo gay estadounidense les ha obligado a retirar el spot.

Algunos de ustedes pensarán que todo esto ridículo. Pero yo lo veo la mar de bien. Y de hecho, por fin, puedo respirar tranquila. Ahora, sin el anuncio de las chocolatinas, se han reducido las posibilidades de que nuestros adolescentes quieran matar homosexuales con una metralleta, pues, como todo el mundo sabe, cuando un joven ve un anuncio como el protagonizado por MA le entra el gusanillo violento y lo quiere imitar. En cuanto a la película , sinceramente, me parece que se quedan cortos. Si esta moda cursi de la corrección política impuesta por la izquierda es algo que marcará un avance, pongámonos a ello de verdad.

A partir de ahora, y en aras de la corrección política, yo espero que retiren de los videoclubes la película , de Pedro Almodóvar, en la que Antonio Banderas y Victoria Abril protagonizaban un secuestro y, desde luego, violencia de género. Por supuesto, que retiren también otro filme del director manchego, , donde recuerdo con horror que Javier Cámara hacía el amor con una mujer en coma. Claro que, ya puestos, también habría que eliminar de la faz de la tierra ese anuncio de café soluble con un envase muy sencillo de abrir. Sus fabricantes prometen que, por fin, abriéndolo, los hombres podrán hacer dos cosas a la vez. Está claro que después de ver este anuncio las mujeres sólo tienen ganas de darle un guantazo al primer hombre que se encuentran. Por tonto.

Yo misma, en aras de la corrección, sólo voy a escribir artículos en los que siempre aparezcan un guapo y una guapa, un periodisto y una periodista, un votante y una votanta, un miembro y una miembra. No me negarán que no es una medida súper moderna...