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PABLO BIOSCA
Sábado, 16 de agosto 2008, 04:24
Una de las casas más opulentas e impresionantes de toda la Vall d'Albaida, la finca del conde de Torrefiel que data del año 1600, albergará a partir de ahora, no ya sólo los ecos de un pasado cargado de historia, sino también bodas y todo tipo de banquetes y eventos.
Esta iniciativa será posible gracias al acuerdo alcanzado entre la familia Puigmoltó Mataix, herederos del conde de Torrefiel y actuales propietarios del caserón nobiliario, con el restaurante Casa Luis de Ontinyent.
La finca, situada en la carretera que une Ontinyent con Fontanars dels Alforins y a sólo 15 minutos de la capital de la comarca, puede acoger hasta 160 comensales en el interior y 450 en el exterior. La capacidad interior de la finca se resuelve de la siguiente manera: existe un pequeño salón que puede acoger entre 20 y 25 comensales, un segundo comedor para unos 60 invitados y un tercero, el más grande de los tres, en el que caben perfectamente entre 80 y 100 comensales.
El propietario de Casa Luis, Juanma Mateo, aseguró que hace "un mes que firmamos el acuerdo con la familia Puigmoltó Mataix y ya existe demanda para comuniones o bautizos para el año que viene e incluso este verano ya se servirá alguna cena".
La finca de Torrefiel no proyecta ofrecer un servicio de restaurante regular, sino abrir con motivo de eventos y celebraciones. "Aunque no es necesario que se trate de un banquete con motivo de una celebración en concreto", matizó Mateo, "sino que siempre que sea un grupo de gente medianamente amplio, la finca estará disponible ya que nos adaptamos a las necesidades del cliente".
La iniciativa partió de la familia Puigmoltó Mataix y el propietario de Casa Luis no dudó un instante a la hora de asumir este proyecto, una vez que valoró el incomparable entorno de la finca y las enormes posibilidades que ofrece.
El exterior de la finca, rodeada de preciosos jardines, puede acoger hasta 300 asistentes sólo en los balcones en torno a la fachada de la casa, que pueden ser 450 si se emplean las amplias zonas verdes de las que dispone la casa.
El elemento más destacable de la finca de Torrefiel es la torre, que la hace reconocible desde lejos. Está fechada en 1600 y cuenta en su interior con un comedor tallado en ébano que le otorga un aire señorial incomparable.
La casa entera está trufada de armaduras, cuadros o mosaicos de gran valor que confieren al inmueble un alto valor histórico artístico.
"Es una casa muy acogedora, es difícil destacar algo en particular, ya que lo que la hace tan especial el es impresionante conjunto que crea", apuntó Mateo respecto a esta finca.
El condado de Torrefiel fue concedido a la familia Puigmoltó por el rey Jaume I en agradecimiento a sus méritos de guerra.
La saga, asentada en la ciudad de Ontinyent, levantó esta impresionante residencia que ahora adquiere una nueva dimensión como salón de banquetes.
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