Los almuerzos, motor económico de la hostelería de Xàtiva en la Fira

Los hosteleros que tienen establecimientos en el recinto ferial de Xàtiva o en sus proximidades están haciendo su agosto y nunca mejor dicho, ya que la actividad de estos días es frenética y los profesionales apenas si se dan un respiro para el descanso. El principal motor de su actividad son los almuerzos, que se han convertido en uno de los grandes reclamos de sus locales y en su principal motor económico.

Le siguen en importancia la demanda de comidas, para las que han hecho menús populares con cocina tradicional a precios asequibles, y luego las comidas y en menor proporción las cenas.

Al carro se han apuntado también, como en otras ediciones, comisiones falleras como las de Espanyoleto y Abu Masaifa, que buscan sacar un buen suplemento para poder gastarlo después en los monumentos que levantarán en honor a San José. Sirven comidas y bebidas a precios populares que tienen mucha aceptación entre personas de todas las edades.

"Esta Fira estamos teniendo mucha demanda, pero para mí es igual que las anteriores porque por nuestra situación en el real siempre estamos al completo", explicó Angel Fita, gerente del restaurante Canela y Clavo.

Añadió que ha reforzado "en 8 personas la plantilla habitual y he hecho un menú especial a 20 euros con tapa de sardina de huevo frito, sardina sin espina y pimiento confitado, ensalada de langostino, arroz al horno y helado".

En almuerzos, como el resto, ofrece una gran variedad, aunque lo más solicitado en las fiestas en los bares y restaurantes sigue siendo lo típico de la Fira: huevo frito con sardina y pimiento.

Jesús Terol, presidente de los hosteleros, manifestó que la edición está siendo buena desde su inicio y se ha visto favorecida por el arranque en fin de semana, lo que ha reportado "una afluencia enorme de personas y a nosotros nos ha beneficiado mucho".

Señaló que la buena caja que están haciendo ahora muchos profesionales les sirve después "para compensar etapas más flojas como puede ser septiembre y octubre. La onda que me llega es que los hosteleros en general están contentos.

Javier Tormo, presidente de la comisión fallera de Espanyoleto, dijo que con las consumiciones que han tenido sólo en la primera mitad de la Fira "nos ha compensado ya el salir y tenemos las ganancias aseguradas y esta semana, aunque flojea más el público tampoco va mal".

Remarcó que en los primeros días "Se vaciaba una mesa y se llenaba enseguida y así continuamente. Era agotador pero estamos contentos con la acogida".

José Ramón Moscardó, gerente del bar Che que Bò, apuntó que este año "ha sido mejor que el pasado, en almuerzos hemos estado a tope, las comidas han sido más flojas porque eran de tipo tapas y bocadillos y la gente pedía más cuchara y por las noches ha estado muy bien la actividad. Todos los días ha venido mucha gente, aunque hoy -por ayer- ha sido más flojo al mediodía".

Este profesional se quejó de que la supresión de la Fira Agrícola en la plaza de la Bassa conlleva que pase menos gente por allí.

Carmina Ignat, gerente del bar Capri, también destacó que han tenido mucha clientela estos días, en especial el primero de la Fira y que han acudido muchas personas "a almorzar y a tomar tapas. Ha estado muy bien de gente".

Por su parte, la afluencia de visitantes se traducía también en ventas en los puestos de los feriantes, donde se acercaban muchas personas a realizar compras.

Entre los artículos que se vendían había de todo, desde los clásicos garrotes y botijos a las cazuelas de barro, bisutería, elementos de plata, libros, piezas artesanas, juguetes, dulces, chorizos, fósiles y minerales, esculturas de madera y otros.

Entre los feriantes los hay de distintos paises, lo que hace que la variedad que se puede encontrar de productos sea muy amplia, lo que contribuye a que cada cual pueda encontrar cosas de su gusto para comprar.