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REDACCIÓN
Sábado, 23 de agosto 2008, 04:28
El rugido de 20 monoplazas, eso sí, escuchados a pocos metros, vale 420 y 480 euros. Es lo que pagaron por sus entradas centenares de aficionados de las tribunas T11 y T18, que ayer comprobaron desesperados que desde sus butacas no se veía ni un milímetro cuadrado del asfalto del circuito urbano de Valencia. De los bólidos, ni hablamos. Algunos afectados decidieron pasar a la acción e invadieron los viales de servidumbre de la pista y también lanzaron objetos, según confirmaron fuentes policiales y testigos presenciales. La empresa Valmor, responsable del evento, se ha comprometido a reubicarlos.
Eso en el caso de los aficionados donde la solución sea más difícil o imposible. Por ejemplo, en la T18, donde las entradas cuestan 480 euros, un muro imposibilita la visibilidad en algunas butacas. Esa pared, más alta de lo habitual, refuerza la seguridad en el punto más rápido del circuito, donde los monoplazas llegan a 323 kilómetros por hora.
Además, los afectados mostraron su malestar porque la pantalla gigante no funcionaba. Los perjudicados no estaban dispuestos a que otros aficionados, por la tercera parte de este dinero, viesen mejor las carreras que ellos.
Desde Valmor se comprometieron a que esa pantalla funcione durante los entrenamientos oficiales que se celebrarán hoy. En la tribuna T11 también se palpó la tensión durante toda la jornada. Algunos de los afectados presentaron reclamaciones ante la empresa Valmor. Otros no se quedaron ahí e incluso formularon una denuncia ante la Policía.
Miembros del público afirmaron que desde la mayoría de las filas no se veían ni los monoplazas ni el asfalto. Los aficionados que tenían sus localidades en una de las hileras de la T11, en la última, eran los más envidiados: ellos podían atisbar el alerón de los monoplazas.
Además, según aseguraron a LAS PROVINCIAS, en esta tribuna existían asientos fantasma. Algunos aficionados, según testigos presenciales, llegaron a la grada y comprobaron que sus entradas no se correspondían con ninguna butaca. La numeración de los asientos se saltaba algunas cifras, por lo que acabaron interpretando con que sus entradas se correspondían con las escaleras de acceso a la tribuna.
Fuentes de la empresa Valmor afirmaron "no tener conocimiento" de este hecho, e invitaron a los afectados a presentar sus reclamaciones. Desde la firma no negaron, por el contrario, que habían llegado quejas por escrito de aficionados por la falta de visibilidad en la T11.
Como en el caso de la tribuna 18, Valmor afirmó ayer por la tarde que estaban estudiando cuántos aficionados padecían esa falta de visibilidad. La empresa reubicará a los perjudicados.
Toda esta situación en dos de las tribunas más caras del circuito urbano generó tensión. Algunos aficionados incluso saltaron barreras e invadieron un vial que empleaban los operarios de las escuderías de la GP2 para trasladar los monoplazas hasta la parrilla de salida. Tras la intervención de efectivos de Guardia Civil, Policía Nacional y agentes de seguridad privada, el conato de motín quedó aplacado.
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