"En 2015 no harán falta primas"

En vísperas de que el sector de la energía fotovoltaica viva el momento crítico de un cambio de normativa que puede condicionar el futuro de las empresas, la patronal sufre una escisión, de la que surge la Asociación Empresarial Fotovoltaica (AEF), que preside Laso.

-El sector está camino de la madurez por lo que hay gente muy variada con muy diferentes intereses. Nosotros creímos que la mejor forma de defender nuestra concepción era agrupándonos.

-¿A las puertas del cambio normativo no hubiera sido mejor estar unidos?

-En una misma institución puede haber posturas incluso divergentes. No nos gustaban las propuestas que salían del ministerio y de algunas asociaciones pero no hay enfrentamiento. Todos defendemos que el Gobierno no de bandazos, que mantenga su apuesta por las renovables.

-¿Qué aspecto del cambio de normativa rechazan?

-Aceptamos gran parte, pero no podemos asumir su postura sobre el cupo (cuánto puedo instalar en un año) y la tarifa (que prima reciben cada megavatios producido). Hay que tener presentes las dos variables. Planteamos una tarifa justa, porque un mercado amplio avala las inversiones. Nos parece poco la prima propuesta de 29 céntimos de euro por kW/h y creemos más lógico 35 céntimos, pero lo que tenemos claro es que el cupo no puede bajar de 800 megavatios, frente a los 300 que prevé el Ministerio.

-Con la actual legislación el Estado ha pagado 800 millones. Habrá quien piense que es mucho dinero en tiempos de crisis.

-Es que esas cuentas no son ciertas. Habrá costado unos 450 millones. Y si ese dinero se hubiera gastado en gas nos habría salido por 80 o 90 millones. Pero ¿qué es preferible pagar 90 millones al productor del gas y ya está o pagar cuatro veces más pero crear un sector que va a producir riqueza, empleo y una fuente de energía limpia? Eso al margen de los costes medioambientales que habría que imputar también al gas.

-¿Habla de una apuesta estratégica nacional?

-Claro. ¿Qué cree que va a hacer Estados Unidos gane quien gane? Obama ya ha dicho que sus tres prioridades son (por este orden): energía, sobre todo renovables, sistema de salud e Irak. No podemos tener una política de vaivén: ahora apuesto ahora no. España tiene una situación privilegiada y la energía fotovoltaica le permitiría luchar contra la dependencia energética, mejorar la balanza comercial y enriquecería su modelo productivo, más allá de la construcción y el turismo, con un sector de gran proyección.

-Pongámonos en lo peor. ¿Qué pasaría si sale adelante la propuesta gubernamental?

-Sería un error que nos dejaría fuera de la carrera. Muchas empresas tendrían que ir fuera porque aquí no se podría invertir.

-¿Tienen estimaciones del impacto?

-Sí. No es exagerado pensar que con una reducción del mercado similar pasaríamos de 50.000 puestos de trabajo a 10.000.

-Aunque la diversificación combate la dependencia energética ¿no tendremos dependencia de los productores de silicio?

-No. El silicio es el material más abundante. Es verdad que sólo lo depuran unas pocas empresas pero aquí tenemos dos firmas que están en proceso de purificar también, una de ellas valenciana. Además surgen tecnologías para funcionar casi sin silicio.

-¿Las primas no han engordado el sector de oportunistas?

-Puede haber, como en todas las actividades, pero en general hay empresarios con visión a medio y largo plazo.

-¿Cómo está afectando la disparidad de normativas locales?

-Mucho y sería conveniente que se normalizaran. Creo que ahora, con el recorte de primas se va a uniformar por abajo.

-¿Barajan un horizonte en el que no hagan falta primas para mantener esta industria?

-No sólo lo planteamos, nos comprometemos. En 2015 se alcanzará la paridad con los costes y no harán falta las primas. Antes si se disparan los costes de los combustibles fósiles.