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REDACCIÓN
Sábado, 6 de septiembre 2008, 04:37
Cuando el próximo lunes el colegio La Purísima de Alzira abra sus puertas seguramente lo haga de manera más especial que los otros cursos. Y es que, en este 2008, se cumplen 125 años desde que las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada decidiesen abrir sus puertas para dedicarse a la enseñanza.
Es lógico, por tanto, que las instalaciones del emblemático centro escolar de Alzira hayan albergado a miles de niños y jóvenes de la capital de la Ribera y de muchos municipios cercanos, pero también de zonas más alejadas como la Costera o la Safor. Es entre estas paredes donde han aprendido las primeras letras y la preparación académica necesaria para incorporarse a la vida laboral y universitaria los numerosos escolares que han pasado por La Purísima.
Si por algo se ha caracterizado la trayectoria de La Purísima a lo largo de estos 125 años es, sin duda, por la intensa labor educativa en los valores franciscanos, tanto de las hermanas como del profesorado del centro.
Desde 1879
El establecimiento del colegio La Purísima en Alzira se debe a la Madre Francisca. Fue esta hermana quien, a instancias del obispo de Valencia, Antolín Monescillo, creó el Centro de Protección de la Mujer, en 1879. Desde estas primeras instalaciones en la calle Albornoz, la hermana Francisca comenzó a atender a las jóvenes que acudían a Alzira en busca de trabajo y que, por ello, necesitaban de apoyo y orientación.
Pocos años más tarde, las Hermanas Franciscanas inauguraron el parvulario Nuestra Señora del Buen Consejo. Era el principio de su labor docente. Sin prisa, pero sin pausa, el parvulario se convirtió con los años en el actual colegio La Purísima.
La buena acogida que tuvo desde el inicio hizo que se ampliara la matrícula y que se impartieran también clases de bachillerato. A pesar de que, desde 1953, servía también de internado, ya durante la década de 1960 se acordó adquirir unos terrenos, entonces fuera del núcleo de Alzira, para poder ampliar sus instalaciones.
El 24 de octubre de 1970 fue bendecido el colegio actual. En ese momento, había 822 alumnos, entre niños y niñas. Desde entonces, ya han pasado 38 años desde que se inaugurase el actual recinto de La Purísima.
Si bien la estructura del edificio pervive, con el tiempo, el colegio se ha ido adecuando a las nuevas necesidades. Sin embargo, aún siguen presentes los valores de paz y fraternidad que inició la madre Francisca fervorosamente.
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