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J. AGUADÉ
Martes, 23 de septiembre 2008, 09:55
La Copa América tiene una oportunidad de volver a la normalidad. Ernesto Bertarelli ha iniciado una serie de conversaciones con Larry Ellison y los hombres fuertes de la regata (propietarios de sindicatos relevantes) para intentar llegar a un acuerdo que desbloquee la 33 Copa América y convierta a los catamaranes en piezas de museo.
Si las ahora continuas charlas que mantienen las partes llegan a buen puerto, lo más normal es que se anunciara que Valencia albergará una nueva edición de la Copa en 2011 con el Desafío Español como Challenger of Record y con el BMW Oracle inscrito como un participante más. Además, las normas por las que se regiría la competición podrían ser las que se pactaron el pasado noviembre entre Alinghi y los seis sindicatos que ya estaban inscritos en la Copa convencional.
El acuerdo pasaría por que el sindicato americano quite la demanda que tiene interpuesta en Nueva York por lo que la última sentencia válida sería la que devolvía la legitimidad al Club Náutico Español de Vela. También colea una demanda del New Zealand contra Alinghi por una compensación económica.
El punto de partida de este nuevo intento por devolver a la competición a su cauce fue la llamada que a mediados de agosto le hizo Larry Ellison, propietario del BMW Oracle, a su homólogo del Alinghi. Lo que se dijeron no ha trascendido, pero lo que es evidente es que de esa conversación emanó una nueva plataforma de acuerdo.
Ellison había, hasta esa fecha, dejado la responsabilidad de las negociaciones en manos de Russell Coutts. Sin embargo, y tras perder en la apelación, el armador americano ha dado un giro en su comportamiento y ha pasado de ser un espectador a tomar las riendas de las conversaciones directamente con Ernesto Bertarelli.
Según ha podido saber LAS PROVINCIAS las conversaciones que se mantienen desde hace más de un mes se hacen entre las personas que toman la última decisión en los equipos: los que ponen el dinero para sostener los sindicatos. Así, han entrado en escena el presidente del Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, patrocinador del Desafío Español; el propietario del Team Origin, Keith Mills, y Patricio Bertelli, armador del Luna Rossa.
En este grupo falta el Emirates New Zealand, un peso pesado de la Copa. Lo que ocurre es que en ese sindicato no existe un líder sino que el proyecto está regido por un patronato, teóricamente anónimo. Sin embargo, algunos empleados de Alinghi mantienen contactos con los del New Zealand para informarles de los avances.
Estas cinco personas son las que están negociando para que si al final se llega a un acuerdo, y el Oracle retira la apelación en Nueva York, no sólo se pueda presentar una Copa América en 2011 en Valencia sino que también se pueda ofrecer un acuerdo por el cual no se puedan volver a producir situaciones como la que ahora mismo atenazan la competición.
El pasado domingo, en el Diario The Sunday Times, Bertarelli hizo unas declaraciones que dan una pista del giro que ha dado la Copa América: "Hemos gastado tiempo y dinero y estamos de nuevo en el primer cuadrado. Larry y yo podemos estar mucho más cerca de lo que algunas personas y la prensa se creen. Su estrategia (de ir a los tribunales) falló porque nos hemos dado cuenta de que no ha sido constructivo. Ahora tenemos una oportunidad de construir algo realmente exitoso para el futuro de la Copa América".
Las conversaciones se han intentado mantener en secreto. La intención de los cinco sindicatos que forman parte activa en las negociaciones era la de trabajar en el anonimato para que el conocimiento de la prensa de las conversaciones no alterara su idea: devolver la Copa a la vida: Valencia 2011.
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